El rapero Sean Combs, conocido mundialmente como Diddy, será sentenciado este viernes en Nueva York en un caso que ha mantenido en vilo a la industria musical y a la opinión pública. El artista, de 55 años, fue absuelto en julio de los cargos más graves que enfrentaba, relacionados con crimen organizado y tráfico sexual, que podían haberle costado la cadena perpetua. Sin embargo, fue declarado culpable de dos delitos de transporte para ejercer la prostitución, por los que se expone a un máximo de 20 años de cárcel.
El juez federal Arun Subramanian rechazó esta semana la petición de la defensa para anular esos cargos o convocar un nuevo juicio, y confirmó la fecha de la audiencia. Combs ha solicitado intervenir personalmente, algo poco común en su comportamiento durante el proceso judicial, en el que prefirió guardar silencio.
La fiscalía ha pedido no menos de once años de cárcel, argumentando que el rapero no ha mostrado arrepentimiento y ha justificado su conducta como parte de relaciones “mutuamente tóxicas”. En cambio, sus abogados, encabezados por Marc Agnifilo, solicitan una condena reducida de hasta 14 meses, alegando que Diddy debe ser castigado únicamente por los cargos en los que fue hallado culpable.
El juicio tuvo como testigo clave a la cantante Cassie Ventura, expareja del artista durante once años, quien lo acusó de agresiones físicas y sexuales, además de obligarla a participar en maratones sexuales llamados “freak offs”. Otra mujer, identificada como “Jane”, también declaró haber sido forzada a prácticas similares entre 2021 y 2024.
Ventura envió recientemente una carta al tribunal solicitando una sentencia proporcional a la gravedad de los hechos, asegurando que aún sufre secuelas psicológicas y teme por su seguridad. Otras mujeres, como la exempleada Capricorn Clark y una asistenta conocida como “Mia”, también pidieron penas severas.
En contraste, familiares, hijos y amigos de Combs, incluida la rapera Yung Miami, escribieron al juez describiéndolo como un hombre cariñoso y generoso. Una de las mujeres inicialmente señaladas como víctima, Virginia Huynh, incluso pidió clemencia y defendió la liberación del artista, asegurando que este reconoció errores y prometió cambiar.
El veredicto de Subramanian definirá el futuro inmediato de Diddy, quien permanece recluido en un penal de Brooklyn desde septiembre de 2024. La sentencia marcará un punto de inflexión en un caso que ha dividido tanto a la opinión pública como a su círculo cercano.
