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Los Jets y Giants, dos historias de frustración en Nueva York

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© Gerald T. Coli | Dreamstime.com

A estas alturas de la temporada 2025, los equipos de Nueva York están viviendo semanas para el olvido. Los Jets todavía no conocen la victoria y registran un 0-5, mientras que los Giants acumulan cuatro derrotas seguidas y se encuentran con marca de 1-5. La presión crece para ambos, y las causas de su caída son tan visibles como preocupantes.


Jets: talento desperdiciado y un sistema roto

La derrota más reciente de los Jets frente a los Cowboys, por 37-22, expuso nuevamente sus debilidades más profundas. Su ofensiva, liderada por Justin Fields, mostró algo de vida con más de 280 yardas aéreas, pero las pérdidas de balón siguen destruyendo cualquier avance. Fields sufrió un balón suelto en zona roja, mientras que Breece Hall, a pesar de correr para más de 100 yardas, también cometió un error costoso que se transformó en puntos para el rival.

La defensa tampoco escapa de las críticas. Después de cinco partidos, los Jets siguen sin registrar una sola captura ni provocar una recuperación de balón. Esa ineficacia defensiva es alarmante y ha convertido cada partido en una pendiente imposible de escalar. El entrenador Aaron Glenn es el primero en la historia reciente del equipo en comenzar 0-5, y su puesto ya está bajo examen.

El calendario no ofrece mucho alivio. Su próximo juego será en Londres ante los Broncos, un rival que tampoco vive su mejor momento, pero que llega con más ritmo. Si Nueva York no logra un cambio inmediato en la protección al mariscal y en la disciplina ofensiva, esta temporada podría quedar sentenciada antes de llegar a la mitad.


Giants: una chispa que se apagó demasiado rápido

Los Giants también volvieron a tropezar. Tras su única victoria, cayeron ante los Saints por 26-14, en un partido que reflejó todos sus males. El mariscal Jaxson Dart tuvo un rendimiento irregular, con 202 yardas, dos touchdowns y dos intercepciones. A eso se sumaron cinco pérdidas de balón, incluyendo un balón suelto de Cam Skattebo en zona roja que cambió el rumbo del juego.

El problema de los Giants no es la falta de talento, sino la falta de consistencia. El ataque alterna entre momentos brillantes y errores infantiles, mientras la defensa ha perdido agresividad. Su línea defensiva no generó presión en todo el encuentro y permitió que el mariscal rival jugara con comodidad.

La baja de Malik Nabers, su receptor más explosivo, sigue pesando. Sin su capacidad para estirar el campo, el ataque se siente limitado y predecible.


Lo que viene para Nueva York

Ambos equipos se encuentran en una encrucijada. Los Jets necesitan desesperadamente una victoria que cambie la narrativa. El potencial ofensivo existe, pero sin disciplina ni ajustes tácticos, se están autodestruyendo. Su defensa tiene que despertar y empezar a generar presión si quieren mantener partidos cerrados.

Los Giants, en cambio, deben reencontrar equilibrio. El mariscal novato necesita respaldo del cuerpo técnico y un plan más conservador que le permita recuperar confianza. La defensa tiene que ser más física y evitar que los errores propios definan el marcador. Su siguiente prueba será ante los Eagles, uno de los equipos más sólidos de la conferencia, lo que pondrá a prueba su carácter.

La realidad es dura para ambos. En una ciudad donde las expectativas son tan altas, los Jets y Giants están jugando con la paciencia al límite. Octubre podría decidir si esta temporada se rescata o se convierte en otro año perdido en Nueva York.

El Especialito

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