Las autoridades de migración de República Dominicana informaron este miércoles que en el último año fueron deportados 370.240 haitianos indocumentados, mientras que en los primeros nueve meses de 2025 la cifra alcanzó 285.614 repatriaciones. Solo en septiembre se registraron 34.873 deportaciones, según datos oficiales de la Dirección General de Migración (DGM).
El organismo sostuvo que su papel es “clave” en el control de los flujos migratorios y en la defensa de la seguridad ciudadana y la soberanía nacional. De acuerdo con la DGM, los operativos se ejecutan en coordinación con las fuerzas de seguridad del Estado y forman parte de un plan integral que busca, además de regularizar la situación migratoria, prevenir actividades ilícitas y evitar que personas vulnerables caigan en redes de trata o explotación.
“La migración irregular representa riesgos para la seguridad y para la dignidad humana. Nuestras operaciones se realizan con apego a normas humanitarias y respeto a los derechos de las personas”, aseguró el organismo en un comunicado.
En octubre de 2024, el presidente Luis Abinader ordenó la deportación masiva de haitianos indocumentados con el argumento de reducir la carga migratoria y económica en las comunidades dominicanas, especialmente en el sector salud. Según el Gobierno, la atención a personas indocumentadas, en particular mujeres embarazadas, representa un costo elevado para el Estado.
Sin embargo, la política ha recibido fuertes críticas de organismos internacionales. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) advierte que el retorno forzado de embarazadas, madres lactantes y niños agrava la crisis humanitaria en Haití, un país sumido en violencia e inestabilidad.
Amnistía Internacional (AI) también ha señalado que las políticas migratorias dominicanas tienen raíces en el racismo, con prácticas de perfilamiento racial y la negación de servicios básicos como la atención médica. Además, ha denunciado la privación arbitraria de la nacionalidad a decenas de miles de dominicanos de ascendencia haitiana, lo que los deja en situación de apatridia.
Las cifras confirman que República Dominicana mantiene una de las políticas migratorias más duras de la región, en medio de un contexto de creciente tensión humanitaria y diplomática.
