Titán en peligro: El rinoceronte blanco del norte al borde de la extinción

En el corazón de África, dos criaturas majestuosas representan la última esperanza para una especie que ha sido devastada por la caza furtiva: el rinoceronte blanco del norte. Solo quedan dos ejemplares en el mundo, y ambos son hembras. Este dato no es solo alarmante, es también una llamada de atención sobre cómo la humanidad ha llevado a una especie al borde de la desaparición… y cómo ahora la ciencia intenta revertir ese destino.

Una especie en cuenta regresiva

El rinoceronte blanco del norte alguna vez habitó vastas regiones de Uganda, Sudán, la República Centroafricana y el Congo. Pero décadas de caza ilegal por sus cuernos, considerados valiosos en el mercado negro por creencias sin base científica, causaron su drástica disminución. El último macho, Sudan, murió en 2018 en una reserva de Kenia, vigilado las 24 horas por guardias armados. Con su muerte, el futuro de la especie parecía sellado.

Las únicas sobrevivientes, Najin y Fatu, viven en la reserva de Ol Pejeta, en Kenia. Sin machos para reproducirse, la extinción natural parecía inevitable… hasta que la ciencia decidió intervenir.

Salvar la especie desde el laboratorio

Lo que parece una historia triste ha dado un giro inesperado. Un equipo internacional de científicos está utilizando tecnologías avanzadas de reproducción asistida para salvar al rinoceronte blanco del norte. Empleando óvulos de Fatu y material genético congelado de machos fallecidos como Sudan, han creado embriones viables en laboratorios europeos.

El objetivo es implantar estos embriones en hembras sustitutas de rinoceronte blanco del sur, una subespecie más común pero genéticamente cercana. Este proceso, que mezcla ciencia, esperanza y biotecnología de punta, busca revivir una especie al borde del abismo.

Hasta ahora, se han creado más de 30 embriones viables y los expertos esperan realizar la primera implantación en 2025. Si todo va bien, podríamos presenciar el nacimiento del primer rinoceronte blanco del norte en años.

¿Un zoológico genético?

Más allá de la fertilización in vitro, algunos científicos proponen incluso usar tecnologías como la clonación y la edición genética con CRISPR para aumentar la diversidad genética en futuros rinocerontes. Otros discuten la ética de estas prácticas: ¿es correcto “fabricar” animales para corregir nuestros errores?

Sin embargo, para muchos conservacionistas, la prioridad es clara: cuando una especie enfrenta la extinción total, todas las herramientas posibles deben estar sobre la mesa.

Lecciones de una historia insólita

El caso del rinoceronte blanco del norte no es solo una historia triste o una curiosidad científica. Es un espejo de la relación entre humanidad y naturaleza. Mostramos una capacidad casi ilimitada para destruir… pero también para innovar, proteger y, con suerte, reparar.

Tal vez lo más insólito no sea que un animal esté a punto de desaparecer, sino que exista una posibilidad real de traerlo de vuelta del abismo.