Decenas de miles de personas se congregaron este domingo en el Estadio State Farm de Arizona para despedir al activista ultraconservador Charlie Kirk, asesinado el pasado 10 de septiembre en Utah. El funeral, titulado “Construyendo un Legado: Homenaje a Charlie Kirk”, fue catalogado como un evento de máxima seguridad por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), con una asistencia prevista de más de 100.000 personas.
Vestidos de rojo, blanco y azul, los asistentes llegaron desde la madrugada para honrar al fundador de Turning Point, organización que promueve el libre mercado, valores conservadores y un gobierno limitado. Entre los oradores confirmados estuvieron el presidente Donald Trump, el vicepresidente JD Vance y el secretario de Salud, Robert F. Kennedy.
Jake, un estudiante de la Universidad Estatal de Arizona, fue uno de los primeros en la fila. “Me pone muy triste y me enoja ver en qué se ha convertido el mundo”, dijo a EFE, recordando la impresión que le dejó un evento de Kirk en su campus.
Charlie Kirk, de 31 años, fue asesinado de un disparo mientras participaba en un debate con estudiantes en la Universidad Utah Valley. Desde sus inicios a los 18 años, se convirtió en una de las figuras más visibles del conservadurismo estadounidense, defendiendo causas polémicas que abarcan desde el creacionismo hasta teorías ligadas al nacionalismo blanco.
Para muchos de los presentes, como Sydney, de 56 años, Kirk representaba “una voz de la razón, siempre dispuesto a debatir”, en medio de un clima de creciente polarización política.
El ambiente de duelo estuvo marcado también por la expectativa de escuchar a los líderes republicanos que lo homenajearon, en un acto que combinó el adiós personal con la reafirmación política de un sector conservador en auge.
