Una jueza federal de Estados Unidos expresó este viernes sus dudas sobre si es legal mantener detenido a Kilmar Ábrego García, un inmigrante salvadoreño bajo custodia del gobierno del presidente Donald Trump.
La magistrada Paula Xinis, del Tribunal de Distrito de Maryland, convocó la audiencia para que el Gobierno demostrara que existen planes legítimos de deportación. Sin embargo, señaló que los argumentos de la administración “han cambiado repetidamente” con el fin de prolongar la detención, lo que calificó de un caso “totalmente inconsistente”.
Ábrego García vivía y trabajaba en Maryland junto a su esposa estadounidense y sus tres hijos antes de ser deportado a El Salvador por un “error administrativo”, pese a que un juez de inmigración había permitido su permanencia en el país por riesgo de persecución.
Durante su detención en la cárcel de máxima seguridad CECOT, el salvadoreño denunció haber sido encarcelado injustamente y torturado. Tras su regreso a Estados Unidos, el gobierno le ofreció un acuerdo de culpabilidad por cargos de tráfico humano a cambio de ser deportado a Costa Rica, un “tercer país seguro”, pero Ábrego se negó.
Ante su negativa, las autoridades estadounidenses propusieron su deportación a Uganda y luego a Esuatini, en África austral, sin lograr concretar ninguno de los traslados. También se mencionó Ghana como posible destino, pero el ministro de Asuntos Exteriores, Samuel Okudzeto Ablakwa, aclaró que su país “no aceptará a Ábrego García”.
La Casa Blanca sostiene que el inmigrante es una persona “peligrosa” con presuntos vínculos con pandillas centroamericanas, acusación que él rechaza.
La jueza Xinis advirtió que, si el Gobierno no demuestra que existen planes claros de deportación, considerará ordenar su liberación inmediata.
