Inflación en Estados Unidos volvió a subir en agosto. El Índice de Precios de Consumo (IPC) registró un alza interanual del 2,9 %, lo que representa dos décimas más que el dato de julio, informó este jueves el Buró de Estadísticas Laborales (BLS).
Inflación subyacente estable
El informe también reveló que la inflación subyacente, que excluye los precios de energía y alimentos por su alta volatilidad, se mantuvo en 3,1 %. Esta cifra estuvo en línea con las proyecciones de los analistas, quienes señalan que el comportamiento de los precios refleja una tendencia gradual de aumento.
Impacto de la política arancelaria
Expertos advierten que el alza de precios responde en parte al efecto acumulado de la política arancelaria impulsada por el presidente Donald Trump. La aplicación de aranceles más altos sobre productos importados está generando presiones adicionales en la cadena de consumo, lo que podría trasladarse de forma más marcada a los hogares en los próximos meses.
Expectativa ante la Reserva Federal
El repunte en el IPC se produce pocos días antes de la próxima reunión de la Reserva Federal, en la que se debatirá sobre los tipos de interés. La estabilidad de la inflación subyacente ofrece un respiro relativo, aunque persiste la preocupación de que los precios sigan aumentando de manera paulatina si se mantienen las medidas comerciales vigentes.
Con este nuevo dato, la inflación en Estados Unidos se confirma como uno de los principales retos de la política económica actual y un factor clave en la toma de decisiones de la Reserva Federal.