La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, ordenó este viernes a las agencias estatales emitir la totalidad de los beneficios de noviembre del programa de Asistencia Nutricional (SNAP), del que dependen miles de familias en el estado.
La medida llega luego de que la Administración del presidente Donald Trump apelara una orden judicial que la obligaba a restablecer la financiación del programa federal de alimentos, en el que participan más de 42 millones de personas en todo Estados Unidos.
“Prevemos que los primeros neoyorquinos comenzarán a tener acceso a sus beneficios a partir del domingo”, señaló Hochul en un comunicado.
Cierre federal y crisis alimentaria
El cierre del Gobierno federal, que se prolonga por más de un mes, ha paralizado parcialmente la entrega de fondos a programas sociales como SNAP, conocido popularmente como “cupones de alimentos”.
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), responsable del programa, afirmó en la tarde del viernes que trabaja para garantizar la entrega completa de los subsidios, aunque reconoció que enfrenta dificultades presupuestarias por la falta de acuerdo en el Congreso.
La decisión de la Casa Blanca de suspender temporalmente la financiación ha generado temor y ansiedad entre los beneficiarios, muchos de los cuales dependen de estas ayudas para alimentar a sus familias.
Solidaridad en tiempos de incertidumbre
Ante la crisis, la catedral de St. John the Divine, en el Alto Manhattan, ha organizado repartos de alimentos y donaciones de tarjetas de 100 dólares para quienes han visto retrasados sus beneficios.
Las imágenes de largas filas de personas frente al banco de comida de la catedral se han convertido en símbolo de la creciente vulnerabilidad de los neoyorquinos ante la crisis política y económica.
La medida de Hochul busca garantizar que ningún residente del estado quede sin acceso a alimentos básicos mientras continúe el bloqueo federal.
