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El misterio sin resolver de Jodi Huisentruit: la periodista que desapareció camino al trabajo

Una desaparición que sigue doliendo Amanecía el 27 de junio de 1995 en Mason City, Iowa. Como cada mañana, Jodi Huisentruit debía presentarse en KIMT-TV, el canal local donde trabajaba como presentadora. Pero esa mañana, Jodi nunca llegó. Lo que parecía un simple retraso se convirtió en una de las desapariciones más inquietantes en la …

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Jodi Huisentruit era presentadora de televisión antes de desaparecer en 1995. (Findjodi.com)

Una desaparición que sigue doliendo

Amanecía el 27 de junio de 1995 en Mason City, Iowa. Como cada mañana, Jodi Huisentruit debía presentarse en KIMT-TV, el canal local donde trabajaba como presentadora. Pero esa mañana, Jodi nunca llegó. Lo que parecía un simple retraso se convirtió en una de las desapariciones más inquietantes en la historia del periodismo estadounidense.

Tenía solo 27 años, una sonrisa encantadora y un futuro prometedor. A las 4 de la mañana llamó a la estación para avisar que se había quedado dormida, pero estaba en camino. Fue su última comunicación conocida.

Señales de un secuestro

A las 7 a.m., sus compañeros dieron aviso a la policía. En el estacionamiento de su edificio encontraron su auto, un Mazda Miata rojo. A su alrededor: su secador de pelo, un par de tacones, las llaves torcidas y su carpeta de trabajo, todo desparramado en el suelo. Había indicios claros de una lucha. Algunos vecinos dijeron haber escuchado un grito y vieron una camioneta blanca en el lugar poco antes del amanecer.

Para los investigadores, el escenario era claro: no se trataba de una desaparición voluntaria. Jodi había sido secuestrada.

Años de búsqueda y frustración

Durante décadas, la policía de Iowa, el FBI y múltiples organizaciones civiles buscaron pistas. Se ofrecieron recompensas, se consultaron psíquicos, se rastrearon llamadas, y se realizaron cientos de entrevistas. Sin embargo, nunca se encontró el cuerpo de Jodi, ni evidencia concluyente de quién pudo haber estado detrás del crimen.

Uno de los primeros señalados fue John Vansice, un amigo cercano a Jodi que cenó con ella la noche anterior. A pesar de las sospechas, nunca fue arrestado ni acusado formalmente. Falleció en 2024, llevándose a la tumba cualquier posible secreto.

Otros nombres surgieron con el tiempo, entre ellos exconvictos, acosadores potenciales, y conocidos con comportamientos extraños. Pero hasta hoy, ninguno ha sido vinculado de forma oficial al caso.

Una docuserie que agita el caso

En julio de 2025, una nueva docuserie titulada Her Last Broadcast fue lanzada en Estados Unidos, revelando testimonios inéditos y nuevas líneas de investigación. Entre los datos más relevantes, se presentó a un nuevo posible sospechoso: Brad Millerbernd, exesposo de una amiga de la infancia de Jodi. Según la serie, Millerbernd coincidía con la descripción de un hombre visto en la escena del crimen y había tenido contacto con la periodista semanas antes de su desaparición. Él ha negado toda implicación y no ha sido acusado, pero su aparición reavivó el interés en el caso.

La docuserie también resalta el papel de organizaciones como FindJodi.com, que han mantenido viva la investigación desde hace más de veinte años, presionando a las autoridades y difundiendo la historia en medios y redes sociales.

Una comunidad que no olvida

Mason City no ha sido la misma desde aquel verano de 1995. Cada año, sus habitantes colocan flores, velas y fotos en memoria de Jodi, quien ya habría cumplido 57 años. Su rostro sigue presente en vallas publicitarias y campañas que piden información. La comunidad se niega a olvidar, convencida de que alguien sabe algo y que ese silencio es lo único que impide llegar a la verdad.

El peso de una historia sin cierre

El caso de Jodi Huisentruit representa más que una desaparición. Es el símbolo de cómo un crimen sin resolver puede marcar a una ciudad, a una profesión y a una generación. Para muchos, Jodi era más que una periodista: era la voz de las mañanas, el rostro amable en la pantalla, una amiga.

A treinta años de su desaparición, su historia vuelve a la conversación pública con fuerza. El misterio persiste, pero también la esperanza. Porque mientras no haya justicia, su historia no ha terminado.

El Especialito

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