El estado de Florida suministró este jueves la inyección letal al reo Curtis Windom, condenado por un triple asesinato de 1992, lo que elevó a once el número de ejecuciones en lo que va de 2025, un récord histórico para el estado y la cifra más alta en el país.
El Departamento de Correcciones confirmó que Windom, de 59 años, fue ejecutado a las 18:17 hora local en la Prisión Estatal de Florida en Raiford. Desde que la Corte Suprema de Estados Unidos restableció la pena de muerte en 1976, el máximo anual de ejecuciones en Florida había sido ocho en 2014, un registro ya superado este año.
Florida encabeza la lista de estados con mayor número de ejecuciones en 2025, por delante de Texas y Carolina del Sur, que suman cuatro cada uno. En total, más de 30 personas han sido ejecutadas en el país en los últimos ocho meses, en un contexto de repunte de la pena capital.
El caso de Windom se remonta a 1992 en Orlando, cuando asesinó a Johnnie Lee, a su expareja Valerie Davis y a la madre de esta, Mary Lubin. Testigos relataron que disparó a Lee desde su coche y luego a quemarropa, mató a Davis en su apartamento frente a una amiga y finalmente atacó a Lubin cuando se dirigía a la vivienda de su hija. Su propia hija, Curtisia, había encabezado una campaña pública para frenar la ejecución.
El protocolo en Florida utiliza una combinación de tres fármacos: un sedante, un paralizante y un medicamento que detiene el corazón. Críticos han denunciado el método por posibles sufrimientos físicos y fallos en la aplicación.
El gobernador Ron DeSantis ha defendido la pena de muerte como un “instrumento de justicia”. La próxima ejecución está programada para el 17 de septiembre, cuando se aplicará la condena a David Joseph Pittman, con lo que el estado podría ampliar aún más su récord anual.
EE/MFR
