¿Reencarnación o memoria genética? Casos reales de personas que recuerdan vidas pasadas

Desde niños que nombran ciudades que nunca visitaron hasta adultos que reconocen lugares y personas de otra época, los relatos de quienes aseguran recordar vidas pasadas siguen desconcertando a la ciencia. Pero cuando esos recuerdos coinciden con datos históricos verificables, la historia se vuelve verdaderamente insólita.

Uno de los casos más conocidos es el de James Leininger, un niño estadounidense que, desde muy pequeño, comenzó a hablar con detalle de aviones de combate de la Segunda Guerra Mundial. Mencionaba nombres, modelos específicos de aviones y hasta describía fallas técnicas. Sus padres, escépticos al principio, investigaron y descubrieron que todo coincidía con la vida de un piloto caído en combate en 1945. James incluso señaló con precisión el lugar donde su avión fue derribado, información que luego fue confirmada con registros militares.

Otro caso impactante ocurrió en la India con Shanti Devi, una niña que, en la década de 1930, aseguraba ser una mujer llamada Lugdi Devi que había muerto años antes en otra ciudad. Dio nombres, describió a su esposo, su casa y hasta a sus vecinos. Una investigación oficial promovida por el propio gobierno indio concluyó que Shanti conocía demasiados detalles imposibles de saber si no hubiera vivido esa vida.

Estos relatos no son aislados. Investigadores como el doctor Ian Stevenson, psiquiatra de la Universidad de Virginia, estudiaron durante décadas más de 2,000 casos similares en todo el mundo. En muchos de ellos, los protagonistas eran niños de entre 3 y 7 años, cuyas memorias desaparecían progresivamente con el tiempo. Lo que más sorprendía a Stevenson era que muchos de los recuerdos estaban acompañados de marcas de nacimiento o fobias que coincidían con la supuesta forma en que la persona anterior había muerto.

Los científicos siguen divididos. Algunos sostienen que estos fenómenos podrían explicarse por la memoria genética —la idea de que traumas y experiencias se transfieren de generación en generación a través del ADN. Otros creen que podría tratarse de construcciones psicológicas reforzadas por el entorno o incluso de coincidencias excepcionales.

Sin embargo, para las familias que viven estos episodios, la experiencia es real y profundamente transformadora. En algunos casos, estos recuerdos han sido tan intensos que llevaron a reencuentros entre personas vivas con vínculos que, según ellos, se remontan a otra existencia.

¿Estamos frente a pruebas de la reencarnación, o simplemente frente a un misterio que la ciencia aún no logra descifrar? Lo cierto es que estos testimonios siguen acumulándose y dejando una pregunta en el aire: ¿Y si no es la primera vez que estamos aquí?