El peach cobbler, conocido en español como cobbler de durazno, es un postre tradicional del sur de Estados Unidos que ha conquistado paladares alrededor del mundo. Su mezcla de fruta jugosa y masa suave, horneada hasta dorarse, es una delicia fácil de preparar y perfecta para cualquier ocasión. Si tienes duraznos maduros en casa, esta receta es todo lo que necesitas para convertirlos en un éxito rotundo.
Ingredientes
Para el relleno:
- 6 duraznos grandes (maduros pero firmes), pelados y rebanados
- ½ taza de azúcar blanca
- ½ taza de azúcar morena
- 1 cucharada de jugo de limón
- 1 cucharadita de canela en polvo
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 2 cucharadas de maicena
Para la masa:
- 1 taza de harina de trigo
- ½ taza de azúcar blanca
- 1½ cucharaditas de polvo de hornear
- ¼ cucharadita de sal
- ½ taza de mantequilla sin sal, derretida
- ¾ taza de leche entera
Opcional para servir:
- Helado de vainilla o crema batida
Instrucciones
- Precalienta el horno a 190 °C (375 °F).
- Prepara el relleno de durazno: En un tazón grande, mezcla los duraznos rebanados con el azúcar blanca, el azúcar morena, la maicena, el jugo de limón, la canela y la vainilla. Revuelve suavemente hasta que los duraznos estén bien cubiertos. Reserva.
- Haz la masa: En otro recipiente, mezcla la harina, el azúcar, el polvo de hornear y la sal. Añade la leche y la mantequilla derretida, y mezcla hasta obtener una masa homogénea y sin grumos.
- Arma el cobbler: Engrasa una fuente para hornear (de preferencia de 22×22 cm). Vierte la masa y distribúyela uniformemente. Luego, añade los duraznos por encima con todo el jugo del tazón. No mezcles —la fruta se hundirá ligeramente mientras se hornea y creará el efecto clásico de cobbler.
- Hornea durante 40-45 minutos, o hasta que la superficie esté dorada y burbujeante.
- Sirve caliente acompañado de una bola de helado de vainilla o un poco de crema batida.
Consejos
- Puedes usar duraznos en almíbar bien escurridos si no tienes fruta fresca, pero reduce el azúcar del relleno.
- Este postre también funciona bien con nectarinas o una mezcla de frutas de verano como arándanos y frambuesas.
Ideal para tus reuniones familiares o una tarde de antojo
El cobbler de durazno es uno de esos postres que no necesita presentación elegante. Su sencillez es parte de su encanto: una receta sin complicaciones, con ingredientes que probablemente ya tienes en casa. Si estás buscando una manera de impresionar sin estresarte en la cocina, este es el plato ideal.