La historia de los asesinatos del gallinero de Wineville es una de las más perturbadoras del sur de California. Entre 1926 y 1928, una pequeña comunidad agrícola quedó marcada por un caso de secuestros, abusos y asesinato infantil que estremeció al país y provocó un cambio tan profundo que el pueblo decidió desaparecer su propio nombre.
Todo comenzó cuando Gordon Stewart Northcott, un joven granjero, empezó a atraer a menores a su propiedad en Wineville, ubicada en el condado de Riverside. Allí tenía un gallinero que pronto se transformó en el escenario de crímenes atroces. Las autoridades descubrieron que Northcott había secuestrado a varios niños y los había asesinado en ese terreno rural donde no había vecinos cerca para escuchar los gritos. La barbarie desconcertó incluso a los investigadores más experimentados.
El caso tomó dimensiones nacionales cuando se relacionó con la desaparición de Walter Collins, un niño de Los Ángeles cuyo caso inspiraría años después la película “Changeling”. Aunque la policía intentó encubrir errores graves, la evidencia apuntaba sin duda hacia Northcott. Durante la investigación, los agentes encontraron restos humanos, prendas de ropa infantil y los testimonios espeluznantes del propio sobrino del asesino, quien confesó haber sido obligado a participar en algunos de los crímenes.
El impacto mediático fue devastador. Los periódicos cubrieron cada detalle, y el nombre de Wineville se convirtió en sinónimo de horror. Agotados por la estigmatización, los residentes decidieron tomar una medida radical. En 1930, apenas dos años después de la ejecución de Northcott, el pueblo cambió oficialmente su nombre a Mira Loma, buscando un nuevo comienzo y un futuro sin la sombra de los asesinatos del gallinero de Wineville.
Aunque el cambio de nombre intentó borrar el pasado, la historia sigue siendo una herida abierta en la memoria colectiva. Hoy, el lugar luce tranquilo, sin rastros visibles de su historia oscura. Pero el caso es un recordatorio de cómo un crimen puede marcar a toda una comunidad y obligarla a reinventarse para sobrevivir.















