El congee es una sopa de arroz muy popular en varios países asiáticos como China, Japón, Corea y Tailandia. Su textura cremosa y suave lo convierte en un plato reconfortante, ideal para desayunar, para días fríos o incluso como remedio casero cuando uno no se siente bien. Dependiendo de la región, se acompaña con pollo, jengibre, huevo o verduras.
Ingredientes (4 porciones)
- 1 taza de arroz blanco (de grano corto o mediano)
- 8 tazas de agua o caldo de pollo
- 1 pechuga de pollo deshuesada (opcional)
- 1 trozo pequeño de jengibre fresco, en rodajas
- 2 dientes de ajo (opcional)
- 1 cucharadita de sal
- Pimienta blanca al gusto
Para servir (toppings opcionales)
- Cebollín picado
- Salsa de soya
- Aceite de sésamo
- Huevo cocido o pochado
- Tiras de pollo deshebrado
- Tiras crujientes de wonton o galletas de arroz
Preparación
- Lava bien el arroz hasta que el agua salga clara.
- En una olla grande, coloca el arroz con el agua o caldo, el jengibre y el ajo. Lleva a ebullición.
- Si usas pollo, agrégalo entero en este punto para que se cocine junto con el arroz.
- Reduce el fuego y cocina a fuego lento durante 1 hora, revolviendo ocasionalmente para que el arroz se rompa y la textura se vuelva espesa y cremosa.
- Retira el jengibre y el ajo. Si agregaste pollo, deshébralo y reincorpóralo al congee.
- Ajusta sal y pimienta.
- Sirve caliente con los toppings de tu preferencia.
Consejos
- Si quieres un congee más rápido, puedes usar arroz ya cocido y licuarlo con caldo, luego hervirlo hasta que espese.
- En algunas versiones se añade pescado, cerdo o setas.
- Es un plato muy versátil: cada quien puede personalizarlo con sus toppings favoritos.
El congee es un recordatorio de cómo la sencillez puede ser profundamente reconfortante.