El 12 de mayo de 1950, una mañana tranquila en la costa este de Estados Unidos fue interrumpida por un estruendo tan fuerte que se sintió en varias ciudades. Desde Sandy Hook, en Nueva Jersey, hasta Brooklyn y partes de Long Island, miles de personas reportaron haber escuchado una explosión tan potente que hizo temblar …
La Explosión Fantasma de Nueva Jersey: Un Verano Ruidoso y Sin Explicación
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El 12 de mayo de 1950, una mañana tranquila en la costa este de Estados Unidos fue interrumpida por un estruendo tan fuerte que se sintió en varias ciudades. Desde Sandy Hook, en Nueva Jersey, hasta Brooklyn y partes de Long Island, miles de personas reportaron haber escuchado una explosión tan potente que hizo temblar ventanas, sacudió edificios y sembró pánico en las calles.
La policía recibió llamadas de pánico. Se pensó que podría haber explotado un barco en alta mar. La Guardia Costera recorrió la costa, y aviones militares sobrevolaron la zona en busca de señales de una tragedia. Pero no encontraron nada. No había humo, ni incendios, ni restos. Tampoco había reportes de aviones desaparecidos, accidentes industriales o pruebas militares programadas. Era como si el sonido hubiera salido de la nada.
Los diarios locales informaron del hecho al día siguiente, destacando la rareza de que tantos testigos coincidieran en haber escuchado una explosión tan fuerte sin que existiera un origen visible. Los titulares hablaban de una “misteriosa detonación marina”, y los investigadores consideraron varias teorías: una onda sónica, un meteorito que estalló en la atmósfera, una fuga de gas subterránea o incluso un terremoto leve. Sin embargo, ninguna explicación pudo confirmarse con evidencia.
Con el paso de los años, el incidente se fue diluyendo en la memoria colectiva. Quedó como una de esas anécdotas que pocos recuerdan pero que siguen generando preguntas entre aficionados a los misterios. Algunos teóricos incluso lo relacionan con fenómenos paranormales o avistamientos de ovnis, aunque nunca se ha presentado una prueba concreta de eso.
Aunque ocurrió en primavera, el caso quedó asociado al ambiente costero previo al verano, cuando familias comenzaban a disfrutar del buen clima y nadie esperaba una conmoción así. La explosión fantasma de 1950 es uno de esos sucesos que demuestran que a veces, incluso con miles de testigos, el misterio puede quedarse sin respuestas.
