El Gobierno del presidente Donald Trump anunció este jueves la cancelación de ayudas valoradas en más de 7.500 millones de dólares destinadas a 223 proyectos energéticos en 16 estados gobernados por demócratas. La mayoría de las iniciativas estaban enfocadas en fuentes renovables.
De acuerdo con el Departamento de Energía, se anularon 321 subvenciones que, según la Administración, “no contribuían de manera significativa a satisfacer las necesidades energéticas del país, no eran económicamente viables y no generarían un retorno positivo de la inversión de los fondos públicos”.
El comunicado asegura que este recorte supondrá “un ahorro de aproximadamente 7.560 millones de dólares para los contribuyentes”. No se detallaron los proyectos concretos, aunque las ayudas habían sido otorgadas por agencias como la de Demostración de Energías Limpias, la de Eficiencia Energética y Renovables, la de Modernización de Redes Eléctricas y la de Proyectos de Investigación Energética Avanzada.
Russell Vought, director de la Oficina de Administración y Presupuesto y principal ejecutor de los recortes, defendió la medida en X, señalando que se eliminaba “la falsa iniciativa del ‘Nuevo Pacto Verde’” que, a su juicio, impulsaba la agenda climática de la izquierda.
Los proyectos estaban ubicados en estados como California, Nueva York, Illinois, Oregón y Washington, entre otros, todos gobernados por demócratas y donde la actual vicepresidenta Kamala Harris obtuvo mayoría en las elecciones presidenciales de noviembre.
Según el Departamento de Energía, el 26% de las ayudas anuladas fueron aprobadas después de los comicios de 2024, pero antes de la toma de posesión de Trump en enero de 2025, lo que la Administración considera una maniobra para blindar los fondos antes de su regreso al poder.
Energía renovable bajo presión
Desde su retorno a la Casa Blanca, Trump ha impulsado una política energética que prioriza los combustibles fósiles y la energía nuclear, mientras ha frenado el desarrollo de proyectos eólicos marinos y solares en estados demócratas.
El presidente ha insistido en que el país debe duplicar o triplicar su producción de electricidad en los próximos años para responder a la creciente demanda de los centros de datos que sostienen la inteligencia artificial, una de las áreas estratégicas de inversión en EE.UU.
La cancelación de estos fondos marca un nuevo episodio en la disputa política sobre el futuro energético del país, con fuertes críticas de sectores ambientalistas y defensores de la transición verde que ven en la medida un retroceso significativo en la lucha contra el cambio climático.