La mañana del domingo, Gina Hinojosa, legisladora estatal de Texas, hizo una maleta sin saber hacia dónde iba.
Horas más tarde aterrizó en Illinois, al norte del país, junto a varios de sus colegas demócratas, en una maniobra para boicotear el rediseño del mapa electoral del estado propuesto por los republicanos —a petición del presidente Donald Trump— con el que buscan dar ventaja a su partido en las elecciones de medio mandato del próximo año.
La estrategia de salir del estado sureño para que no haya el quórum necesario para votar la propuesta ha provocado una agresiva respuesta por parte de los republicanos.
El gobernador, Greg Abbott, emitió órdenes de arresto civil en contra de los legisladores ausentes y el propio Trump ha asegurado que su partido “tiene derecho” a ganar más escaños en la Cámara de Representantes.
Para Hinojosa, quien se encuentra a las afueras de Chicago, la presión del mandatario sobre la política de su estado demuestra que “tiene miedo”.
“Sabe que sus políticas son poco populares, entonces está intentando bloquear las voces y el poder de los votantes”, dijo la legisladora en entrevista telefónica con EFE.
“Lo que pase en Texas”, insistió, “afectará a todos los estadounidenses y es una agresión directa contra nosotros, porque amenaza nuestros derechos fundamentales”.
La propuesta de mapa electoral que los republicanos tejanos presentaron la semana pasada ante la legislatura estatal crea cinco nuevos distritos que favorecen al Partido Republicano, lo cual les daría una ventaja para retener el control del Congreso nacional y seguir impulsado la agenda del trumpismo.
De esta manera, los republicanos podrían pasar a controlar 30 de los 38 escaños que le corresponden a Texas en la Cámara Baja, frente a los 25 que ostentan actualmente.
Los detractores de la propuesta insisten en lo inédito de esta redistribución a mitad de la década pues estos movimientos se suelen completar tras nuevos datos aportados por lo censos que EE.UU. lleva a cabo cada diez años.
No es la primera vez que los demócratas del estado sureño boicotean la agenda republicana de esta manera: hay precedentes en 1979, en 2003 y en 2021.
Hinojosa participó en esta última y relató que entonces el gobierno estatal también emitió órdenes de arresto y agentes del estado llegaron a buscarla a la casa donde vive con su esposo y su hijo que en ese momento tenía 9 años, aunque sabían que ella estaba fuera del estado.
“Es un poco alarmante para nuestras familias y es algo de lo que he tenido que hablar esta vez también” con ellos, indicó, aunque señaló que la apoyan “bastante”.
“Hago esto para proteger a mis constituyentes para también porque quiero que mi hijo crezca en un país que respete sus valores fundacionales”, añadió. EFE
aaca/ygg