Las fuertes lluvias provocadas por la tormenta tropical Imelda han golpeado con fuerza el oriente de Cuba, dejando un saldo preliminar de más de 18.000 evacuados, deslaves, inundaciones y comunidades incomunicadas.
Las provincias de Santiago de Cuba, Guantánamo y Granma son las más afectadas. Según el Instituto de Meteorología (Insmet), las precipitaciones continuarán en las próximas 24 horas debido a la amplia circulación del sistema y a la elevada humedad proveniente del mar Caribe.
En Guantánamo, la Defensa Civil reportó más de 18.000 evacuados, la mayoría alojados en casas de familiares. El poblado de Paraguay permanece incomunicado y en la localidad de Hatibonico se acumularon más de 500 milímetros de lluvia en 48 horas. En Santiago de Cuba, los acumulados superaron los 300 mm y varias comunidades de Baconao quedaron aisladas, con reportes de derrumbes parciales de viviendas.
La magnitud de las lluvias también ha impactado el sistema hidráulico. Especialistas señalaron que los embalses de Santiago recibieron un aumento de 8,2 millones de metros cúbicos de agua, un alivio frente a la sequía que afecta la provincia. Sin embargo, las autoridades advierten sobre los riesgos de cruzar zonas inundadas y han suspendido las clases en Santiago y Guantánamo como medida preventiva.
Los meteorólogos advierten que la temporada ciclónica 2025 será “muy activa”, con probabilidades del 75 % de que al menos un huracán afecte directamente al Caribe. En 2024, los huracanes Óscar y Rafael golpearon con dureza a la isla, dejando pérdidas humanas, daños materiales y un colapso total del sistema eléctrico en el occidente.
Con Imelda, Cuba vuelve a enfrentar el reto de proteger a la población ante fenómenos meteorológicos extremos que, según los expertos, serán cada vez más frecuentes.
