El consumo de agua alcalina se ha popularizado en los últimos años gracias a su reputación como una bebida “más saludable” que el agua normal. Se le atribuyen beneficios que van desde mejorar la digestión hasta prevenir enfermedades crónicas. Sin embargo, los expertos advierten que no todo lo que se dice sobre ella tiene respaldo científico.
Qué es el agua alcalina?
El pH del agua mide su nivel de acidez o alcalinidad en una escala de 0 a 14. El agua común tiene un pH neutro de 7, mientras que el agua alcalina suele tener un pH entre 8 y 9. Esto se logra naturalmente —cuando el agua pasa por rocas y recoge minerales como calcio, potasio y magnesio— o de forma artificial, mediante ionizadores eléctricos o aditivos minerales.
Qué beneficios se le atribuyen?
Los defensores del agua alcalina aseguran que puede neutralizar la acidez del cuerpo, mejorar la hidratación, retrasar el envejecimiento celular y fortalecer el sistema inmunológico. También se dice que ayuda a reducir la acidez estomacal y mejora el rendimiento deportivo.
Algunos estudios pequeños han sugerido que podría favorecer la función digestiva y ayudar a reducir el reflujo ácido, ya que un pH más alto puede neutralizar parte del ácido del estómago. Sin embargo, los científicos coinciden en que la evidencia actual es limitada y que se necesitan más investigaciones antes de confirmar esos beneficios.
Qué opinan los expertos?
El cuerpo humano ya cuenta con mecanismos naturales que regulan el equilibrio ácido-base. Los pulmones, los riñones y el sistema metabólico mantienen el pH de la sangre estable, sin importar el tipo de agua que se consuma. Beber agua alcalina no cambia significativamente ese equilibrio, aunque puede ser una opción agradable para quienes prefieren su sabor o buscan una hidratación con minerales adicionales.
Los médicos recomiendan precaución con el consumo excesivo de agua altamente alcalina, ya que podría alterar la acidez normal del estómago e interferir con la digestión. Además, algunos ionizadores de baja calidad pueden liberar metales o impurezas al agua.
El agua alcalina no es una bebida milagrosa, pero tampoco es dañina cuando se consume con moderación. Puede formar parte de una rutina saludable si se combina con buena alimentación, descanso y ejercicio. La verdadera clave está en mantener una hidratación constante, más allá del tipo de agua que elijas.