Kilmar Ábrego García, un migrante panameño de 31 años, enfrenta una batalla legal angustiante después de ser deportado erróneamente a El Salvador y pasar más de dos meses detenido en ese país. Ahora, aunque ha regresado a Estados Unidos, permanece encarcelado en Tennessee mientras un tribunal evalúa si corre el riesgo de ser deportado nuevamente …
Kilmar Ábrego García sigue detenido en EE.UU. mientras se evalúa su posible deportación

Kilmar Ábrego García, un migrante panameño de 31 años, enfrenta una batalla legal angustiante después de ser deportado erróneamente a El Salvador y pasar más de dos meses detenido en ese país. Ahora, aunque ha regresado a Estados Unidos, permanece encarcelado en Tennessee mientras un tribunal evalúa si corre el riesgo de ser deportado nuevamente de forma precipitada.
La situación de Ábrego García comenzó con un fallo administrativo que lo envió a un país con el que no tenía vínculo alguno. Su deportación se produjo sin orden judicial válida y sin haber agotado su proceso de asilo en EE.UU. El traslado ocurrió sin el debido proceso legal, y lo mantuvo encarcelado en El Salvador sin acceso a asistencia legal ni contacto con su familia.
Tras intensas gestiones legales, Kilmar fue devuelto a territorio estadounidense. Sin embargo, lejos de recuperar su libertad, fue ingresado en una prisión estatal en Tennessee. Sus abogados han solicitado que se mantenga alejado de la custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), argumentando que si se le transfiere, podría ser deportado de nuevo sin que se analicen las violaciones procesales de su caso.
El tribunal actualmente analiza esa posibilidad: si al ser entregado al ICE podría ser expulsado rápidamente del país, una vez más sin que se respeten sus derechos básicos. Organizaciones de derechos humanos han denunciado el caso como ejemplo del trato injusto y peligroso que enfrentan muchos migrantes cuando el sistema falla.
La defensa legal de Ábrego busca obtener garantías de que no será deportado hasta que se resuelva por completo su situación. Mientras tanto, Kilmar continúa detenido, a la espera de una decisión que podría marcar no solo su destino, sino también el rumbo de futuras revisiones sobre errores administrativos en procesos migratorios.