Un juez de inmigración en Estados Unidos negó este miércoles la moción de emergencia presentada por los abogados del salvadoreño Kilmar Abrego García, quien buscaba reabrir su caso migratorio tras haber sido deportado por error. La decisión reduce de forma significativa sus posibilidades de evitar la expulsión y lo obliga ahora a apelar ante instancias superiores.
El juez Philip Taylor concluyó que la solicitud era “inoportuna” porque fue presentada casi seis años después de su proceso original en 2019, rebasando el límite legal de 90 días para este tipo de recursos. El fallo fue reportado por medios estadounidenses como ABC, que tuvieron acceso a una copia de la resolución.
Un proceso lleno de obstáculos
Abrego García fue deportado inicialmente pese a contar con un beneficio migratorio que debía protegerlo de la expulsión. Tras pasar meses en la cárcel de máxima seguridad CECOT en El Salvador, el Gobierno de Donald Trump lo repatrió a Estados Unidos. Sin embargo, poco después fue arrestado de nuevo y continúa bajo custodia de las autoridades migratorias.
Sus abogados habían solicitado la reapertura del caso alegando que ahora es elegible para pedir asilo y que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ha amenazado con enviarlo a terceros países, como Uganda o Esuatini. El juez Taylor descartó esos argumentos al considerar que no existen pruebas suficientes de que esas deportaciones se materialicen.
Reacciones y próximos pasos
El DHS celebró la decisión en un mensaje en X, donde subrayó que la orden final de deportación “se mantiene vigente”. “Sus abogados intentaron impedir su deportación, pero una cosa es segura: este salvadoreño no podrá permanecer en nuestro país”, agregó la agencia.
El caso pasará ahora a la Junta de Apelaciones de Inmigración (BIA), organismo que en los últimos meses ha endurecido su postura en casos similares, como el del periodista Mario Guevara, a quien se le negó detener su deportación.
Abrego, quien huyó de El Salvador hace más de diez años tras recibir amenazas de pandillas, vivía en Maryland junto a su esposa y tres hijos al momento de su arresto. Su situación se ha convertido en un ejemplo del debate sobre el debido proceso y el trato a los inmigrantes bajo custodia en Estados Unidos.