Las autoridades de Nigeria confirmaron este viernes que llevaron a cabo ataques aéreos conjuntos con Estados Unidos contra objetivos del grupo terrorista Estado Islámico (EI) en el noroeste del país, en una operación coordinada tras el anuncio del presidente estadounidense, Donald Trump, sobre bombardeos en respuesta a una supuesta “masacre” de cristianos.
El portavoz de las Fuerzas Armadas de Nigeria, el teniente general Samaila Uba, informó en un comunicado que los ataques se dirigieron contra “elementos extranjeros vinculados al Estado Islámico” que operaban en esa región del país.
Según Uba, las operaciones se realizaron a partir de “información fidedigna y una cuidadosa planificación operativa”, con el objetivo de debilitar la capacidad del grupo yihadista y reducir al mínimo los daños colaterales.
Coordinación directa con Washington
El ministro nigeriano de Asuntos Exteriores, Yusuf Tuggar, confirmó que existió una coordinación directa con Washington antes de la ofensiva.
En declaraciones al canal Channels TV, Tuggar explicó que mantuvo una conversación de 19 minutos con el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, antes del ataque, en la que acordaron solicitar la autorización del presidente nigeriano, Bola Ahmed Tinubu, quien dio su visto bueno.
“Tras la aprobación, volví a hablar con Marco Rubio cinco minutos antes de que se lanzara el ataque contra los terroristas”, precisó el jefe de la diplomacia nigeriana.
El Ministerio de Asuntos Exteriores subrayó que la operación se enmarca dentro de una “cooperación estructurada” entre Nigeria y Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo, que incluye intercambio de inteligencia y coordinación estratégica, respetando el derecho internacional y la soberanía nacional.
Los bombardeos y el anuncio de Trump
La confirmación oficial de Nigeria llegó horas después de que Donald Trump anunciara que Estados Unidos había ejecutado un ataque “poderoso y mortal” contra campamentos del Estado Islámico en el noroeste del país africano.
De acuerdo con el Pentágono, la ofensiva incluyó el lanzamiento de una decena de misiles Tomahawk desde un buque de la Armada estadounidense desplegado en el Golfo de Guinea, y causó “múltiples víctimas” en el estado de Sokoto, cerca de la frontera con Níger.
En un mensaje publicado en su red social Truth Social, Trump aseguró que había advertido previamente a los terroristas que, si no detenían la supuesta masacre de cristianos, “se desataría un infierno”, y afirmó que ese infierno “llegó esta noche”.
Contexto de violencia yihadista
El pasado noviembre, Trump denunció sin presentar pruebas una presunta masacre de cristianos en Nigeria, anunció la designación del país como “de especial preocupación” en materia de libertad religiosa y amenazó con una posible intervención militar.
El Gobierno nigeriano respondió entonces que esas acusaciones “no reflejan la realidad sobre el terreno”.
Nigeria enfrenta desde 2009 la violencia del grupo Boko Haram, especialmente en el noreste del país. La situación se agravó en 2016 con la aparición de su escisión, el Estado Islámico de la Provincia de África Occidental (ISWAP).
Ambos grupos buscan imponer un Estado de corte islamista y han provocado más de 35.000 muertes y unos 2,7 millones de desplazados internos, principalmente en Nigeria, pero también en países vecinos como Camerún, Chad y Níger, según cifras oficiales.










