El punto más profundo de la Tierra
La Fosa de las Marianas es el lugar más profundo del océano y del planeta. Se encuentra en el Pacífico occidental, cerca de Guam, y alcanza una profundidad de casi 11,000 metros. Para ponerlo en perspectiva, si se colocara el monte Everest dentro, aún quedaría más de un kilómetro de agua sobre su cima. Este abismo extremo es tan hostil que durante mucho tiempo se pensó que nada podía sobrevivir allí.
Sin embargo, las expediciones modernas demostraron lo contrario. En 1960, el batiscafo Trieste, con Jacques Piccard y Don Walsh a bordo, llegó al fondo por primera vez. Desde entonces, los avances tecnológicos han permitido nuevas exploraciones que han revelado un ecosistema tan extraño como fascinante.
Vida en la oscuridad total
Contra toda expectativa, la Fosa de las Marianas está llena de vida. Se han encontrado organismos que resisten presiones mil veces superiores a las de la superficie, temperaturas heladas y completa oscuridad. Entre los hallazgos más sorprendentes están los anfípodos gigantes, pequeños crustáceos translúcidos que prosperan en el abismo, y bacterias capaces de descomponer compuestos tóxicos.
También se descubrieron peces conocidos como snailfish, o peces caracol, cuya piel gelatinosa les permite soportar la presión extrema. Estas criaturas demuestran la asombrosa capacidad de la vida para adaptarse a las condiciones más imposibles.
El lado inquietante del abismo
No todo lo que se encontró en la Fosa de las Marianas es natural. En 2019, los investigadores hallaron restos de plástico y microfibras a más de 10,000 metros de profundidad. Esto confirmó un hecho inquietante: la contaminación humana ha llegado hasta los lugares más remotos del planeta. Incluso los animales del abismo mostraban rastros de microplásticos en sus sistemas digestivos.
Los científicos también han encontrado bacterias desconocidas, posibles rastros de nuevos virus y sustancias químicas que podrían usarse en la medicina del futuro. La Fosa de las Marianas sigue siendo, al mismo tiempo, una frontera científica y una advertencia ecológica.
El misterio continúa
Cada expedición al abismo revela algo nuevo. Lo que antes parecía un vacío estéril resulta ser un ecosistema dinámico, donde la vida desafía las leyes conocidas. A pesar de todos los descubrimientos, más del 95% de este lugar sigue inexplorado.
La Fosa de las Marianas nos recuerda que el mayor misterio no está en las estrellas, sino bajo nuestros pies, en la oscuridad silenciosa del océano.










