El ajiaco colombiano es mucho más que una sopa, es un plato lleno de historia y corazón. Originario de Bogotá, este guiso espeso combina diferentes tipos de papa, pollo desmenuzado, maíz tierno y el toque único de la guasca, una hierba aromática que le da su sabor inconfundible. Es la definición misma de comida casera colombiana: cálida, sustanciosa y hecha para compartir.
Ingredientes (6 porciones)
- 2 pechugas de pollo sin piel
- 1 muslo de pollo (opcional, para más sabor)
- 12 tazas de agua o caldo de pollo
- 3 tipos de papa:
- 3 papas criollas peladas y cortadas en trozos
- 3 papas pastusas peladas y cortadas
- 3 papas sabaneras en rodajas
- 3 mazorcas tiernas partidas en trozos
- 2 dientes de ajo picados
- 1 cebolla larga (o cebolla blanca)
- 1 rama de cilantro (atar para retirar luego)
- 1 cucharadita de guascas secas (tradicionales en Colombia; si no se consiguen, se puede sustituir con una pizca de orégano y laurel)
- Sal y pimienta al gusto
Para acompañar
- 1 taza de crema de leche
- 1 taza de alcaparras
- 2 aguacates maduros en cubos
- Arroz blanco al gusto
Preparación
- Cocina el pollo: coloca el pollo en una olla grande con el agua, ajo, cebolla, cilantro, sal y pimienta. Cocina a fuego medio hasta que el pollo esté tierno (unos 40 minutos).
- Retira el pollo y desmenúzalo. Cuela el caldo y devuélvelo a la olla.
- Agrega las papas y la mazorca: primero las papas pastusas y sabaneras, luego las criollas (que ayudan a espesar). Cocina a fuego medio hasta que las papas estén suaves y el caldo tenga textura cremosa.
- Añade las guascas y deja cocinar 5 minutos más para que liberen su aroma.
- Incorpora el pollo desmenuzado, ajusta sal y apaga el fuego.
Para servir
Sirve el ajiaco bien caliente en platos hondos, acompañado con arroz blanco, aguacate, crema de leche y alcaparras. Cada comensal puede agregar estos ingredientes a su gusto.
Consejos
- El ajiaco debe quedar espeso, con las papas criollas deshechas y las otras visibles.
- Si no consigues guascas, el orégano seco con un toque de cilantro da un perfil similar (aunque los colombianos te dirán que no hay sustituto real).
- Para una versión más tradicional, usa huesos de pollo en el caldo: aportan un sabor más profundo.
El ajiaco colombiano es un abrazo en un plato, una sopa que cuenta la historia de Bogotá y sus raíces campesinas. Cada cucharada lleva la calidez del hogar.