El arroz frito es uno de los platos más populares de la cocina asiática, famoso por su sencillez y versatilidad. Es ideal para aprovechar el arroz que sobró del día anterior, mezclándolo con vegetales frescos, huevo y un toque de salsa de soya. Se prepara en minutos y siempre resulta sabroso, perfecto para un almuerzo rápido o una cena ligera.
Ingredientes (4 porciones)
- 3 tazas de arroz blanco cocido (preferiblemente del día anterior)
- 2 cucharadas de aceite vegetal o de sésamo
- 2 huevos batidos
- 1 zanahoria en cubitos pequeños
- ½ taza de guisantes (arvejas)
- 2 cebollas verdes en rodajas
- 2 dientes de ajo picados
- 3 cucharadas de salsa de soya
- 1 cucharadita de jengibre rallado (opcional)
- Pimienta blanca o negra al gusto
Opcionales
- Pollo, camarón o cerdo en cubos cocidos
- Brotes de soya
- Salsa de ostras o de pescado para más sabor
Preparación
- En un wok o sartén grande, calienta 1 cucharada de aceite y prepara el huevo revuelto. Retira y reserva.
- Añade el resto del aceite y sofríe el ajo, la zanahoria y el jengibre. Agrega los guisantes y cocina 2–3 minutos.
- Incorpora el arroz y mezcla bien, rompiendo los grumos para que se fría parejo.
- Agrega la salsa de soya y revuelve hasta que el arroz quede bien sazonado.
- Devuelve el huevo revuelto al wok y añade las cebollas verdes. Mezcla y cocina un minuto más.
- Sirve caliente, solo o acompañado con tu proteína favorita.
Consejos
- El arroz debe estar frío o del día anterior para evitar que se apelmace.
- Si usas arroz recién hecho, extiéndelo en una bandeja y refrigéralo 30 minutos antes.
- Cocina a fuego alto y mueve constantemente para lograr el sabor clásico del wok.
El arroz frito casero es la mejor prueba de que un plato rápido puede ser delicioso y completo.