Las celebraciones de fin de año traen reuniones, comidas abundantes y brindis constantes. También traen algo menos festivo: un aumento comprobado de eventos cardiovasculares. Médicos y hospitales lo ven cada diciembre. El fenómeno tiene nombre y no es casualidad. Se conoce como el síndrome del corazón festivo.
El término corazón festivo se usa para describir alteraciones cardíacas, sobre todo arritmias, que aparecen tras un consumo elevado de alcohol, comidas copiosas y falta de descanso. Puede afectar incluso a personas sin antecedentes cardíacos, lo que lo vuelve especialmente traicionero.
Qué es el síndrome del corazón festivo
El síndrome del corazón festivo fue descrito por primera vez en la década de 1970. Se asocia principalmente a la fibrilación auricular, un ritmo cardíaco irregular que puede provocar palpitaciones, falta de aire, mareos y cansancio extremo.
El alcohol es uno de los principales detonantes. Interfiere con la conducción eléctrica del corazón y altera el equilibrio de minerales esenciales. A eso se suman deshidratación, exceso de sal y estrés físico. El resultado es un corazón trabajando fuera de ritmo justo cuando debería estar en calma.
Por qué diciembre es un mes crítico
Las estadísticas muestran un aumento de infartos, accidentes cerebrovasculares y muertes cardíacas durante diciembre. No ocurre solo por el frío. Influyen varios factores que se acumulan en pocos días.
Las comidas muy grasas elevan el colesterol y la presión arterial de forma temporal. El alcohol en exceso aumenta la frecuencia cardíaca y la presión. El descanso suele ser insuficiente y el estrés emocional también juega su papel. Todo eso crea un escenario perfecto para que aparezcan eventos cardiovasculares.
En personas con hipertensión, diabetes o colesterol alto, el riesgo es aún mayor. Pero el corazón festivo no discrimina. Puede aparecer en alguien joven y aparentemente sano.
Señales que no deben ignorarse
Palpitaciones persistentes, dolor en el pecho, dificultad para respirar o sensación de desmayo no son parte normal de ninguna celebración. Son señales de alerta que requieren atención médica inmediata, incluso si aparecen después de una noche de fiesta.
Cuidar el corazón en época navideña no implica renunciar a todo. Implica moderación, hidratación y escuchar al cuerpo. Las fiestas duran unos días. El corazón tiene que durar muchos años más.










