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El lado radiactivo de la belleza: cuando la moda brillaba con radium

El descubrimiento que desató la fiebre del radium A principios del siglo XX, el descubrimiento del radium por Marie y Pierre Curie desató un fervor mundial por esta sustancia que parecía mágica. Brillaba en la oscuridad, emitía calor sin quemar y tenía efectos desconocidos en el cuerpo humano. Se pensó, erróneamente, que el radium era …

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El descubrimiento que desató la fiebre del radium

A principios del siglo XX, el descubrimiento del radium por Marie y Pierre Curie desató un fervor mundial por esta sustancia que parecía mágica. Brillaba en la oscuridad, emitía calor sin quemar y tenía efectos desconocidos en el cuerpo humano. Se pensó, erróneamente, que el radium era un tónico para la salud, una fuente de energía vital e incluso un símbolo de juventud.

Los medios y científicos de la época alababan sus supuestos beneficios: desde mejorar la circulación hasta “revitalizar la piel”. En plena era de la industrialización y el surgimiento de la cosmética y la moda moderna, el radium encontró su camino hacia lugares insospechados: el tocador de las mujeres… y también su armario.

Crédito de la imagen: Radior cosmetics containing radium, 1918. Dominio público, vía Wikimedia Commons

Cosméticos brillantes y ropa resplandeciente

Entre 1910 y 1930, muchas marcas comenzaron a incluir radium en productos de uso diario. Algunas de las más conocidas fueron:

  • Radior Cosmetic: Línea francesa con polvos faciales, cremas y jabones “enriquecidos” con radium.
  • Tho-Radia: Marca promovida por un supuesto médico que ofrecía cosméticos con radium y torio.
  • Cremas rejuvenecedoras: Prometían devolver la lozanía a la piel y eliminar arrugas gracias a su contenido radioactivo.

Pero lo más insólito fue la incorporación del radium en la industria textil y la alta costura. Algunas prendas y accesorios contenían fibras tratadas con sales radioactivas que brillaban en la oscuridad. La idea era combinar ciencia, lujo y espectáculo.

Se producían:

Crédito de la imagen: Tho-Radia, anuncio de cosméticos con radium. Dominio público, vía Wikimedia Commons
  • Vestidos de noche “luminosos”, diseñados para deslumbrar bajo luces tenues.
  • Guantes y pañuelos radiactivos, promovidos como accesorios terapéuticos que mejoraban la circulación.
  • Fajas “energizantes”, que supuestamente ayudaban a reducir medidas gracias a la “acción estimulante” del radium.
  • Ropa interior tratada con radiación, vendida con la promesa de mantener el cuerpo joven y vigoroso.

Estos productos se publicitaban como avances tecnológicos en bienestar y elegancia. En tiendas exclusivas de París, Londres y Nueva York, lucir una prenda luminosa era considerado símbolo de distinción científica y moda de vanguardia.

¿Por qué parecía una buena idea?

La ignorancia sobre los efectos nocivos de la radiación jugó un papel clave. En esa época, no se conocían bien los riesgos de la exposición prolongada al radium. Además, la fascinación por la ciencia moderna convertía cualquier cosa “eléctrica” o “radiactiva” en sinónimo de salud, riqueza y estatus.

Tanto en cosmética como en moda, el radium se presentaba como un milagro embotellado o cosido: una promesa de belleza sin esfuerzo.

Las devastadoras consecuencias

Con el paso del tiempo, comenzaron a conocerse los efectos devastadores. En el mundo de la moda, las mujeres que usaban ropa radiactiva sufrían irritaciones severas, quemaduras, fatiga crónica y problemas reproductivos. Las prendas que estaban en contacto directo con la piel, como la ropa interior o las fajas, resultaron especialmente peligrosas.

Además, muchas costureras y trabajadoras textiles se enfermaron por manipular materiales contaminados, sin protección alguna. Al igual que las tristemente famosas “Radium Girls”, estas trabajadoras no sabían que estaban inhalando partículas mortales mientras tejían moda radiante.

La prohibición y el legado

Al confirmarse los peligros, se comenzaron a prohibir estos productos en varios países. En Estados Unidos, Europa y Japón, las agencias sanitarias tomaron medidas para eliminar del mercado cualquier artículo con materiales radioactivos.

El caso del radium en la moda y la belleza es uno de los episodios más oscuros y curiosos de la historia moderna. Un recordatorio de cómo el deseo de brillar —literalmente— puede llevarnos por caminos peligrosos.

El Especialito

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