El cantante mexicano Pepe Aguilar regresa este viernes y sábado al escenario del Hollywood Bowl de Los Ángeles, casi 20 años después de su última presentación, con dos conciertos dedicados a la comunidad migrante. Lo hará acompañado de sus hijos, Ángela y Leonardo Aguilar, y con una propuesta que combina mariachi y la orquesta del emblemático recinto.
En entrevista con EFE, el intérprete de Por mujeres como tú aseguró que su presencia en escenarios de alto perfil en Estados Unidos, en un contexto de políticas de deportación más estrictas, es una forma de resistencia pacífica. “No estoy de acuerdo con ningún tipo de autoritarismo. Pero mi trabajo es cantar y recordarle a la gente de lo que tiene que estar orgulloso”, afirmó.
Una respuesta artística frente a la intolerancia
Aguilar explicó que, desde que se intensificaron las redadas contra inmigrantes, ha visto cómo artistas hispanos han cancelado giras debido a la baja en la asistencia a conciertos, que en algunos casos ha caído hasta un 50 %. Sin embargo, defiende la importancia de no detenerse: “No podemos parar”.
En junio, el Gobierno de Donald Trump reforzó su política migratoria en California con operativos masivos de agentes sin identificación, fuertemente armados y en vehículos sin distintivos. Ante este panorama, Aguilar enfatiza su estrategia: presentarse a caballo en grandes estadios de Estados Unidos con música mexicana como acto de visibilización cultural y apoyo a la comunidad latina.
Compromiso más allá del escenario
El hijo de Antonio Aguilar y Flor Silvestre ha extendido su respaldo a los migrantes más allá de la música. Lanzó una nueva versión del Corrido de Juanito, tema que narra la experiencia de quienes migran a Estados Unidos y no pueden regresar a su tierra por falta de residencia legal. Las ganancias se destinan a la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA).
Además, parte de los ingresos de su más reciente álbum se destina a cubrir gastos legales de migrantes indocumentados en Estados Unidos. Para Aguilar, se trata de una responsabilidad moral: “Es una cuestión de seres humanos más que de profesiones, pero quienes tenemos una voz de alcance masivo debemos ser activos frente a las problemáticas sociales”.
Mirada a un contexto global
Aguilar advierte que el autoritarismo no es exclusivo de Estados Unidos y que el mundo atraviesa una transformación impulsada por cambios políticos, tecnológicos y económicos. “Necesitamos aferrarnos a saber quiénes somos, de dónde venimos, quiénes fueron nuestros padres y abuelos, porque la tecnología va a crear una realidad diferente y estos son los primeros síntomas”, concluyó.
Fuente: EFE
