La bruschetta (se pronuncia bru-ské-ta, por si acaso) es una joya de la cocina italiana. Sencilla, sabrosa y sofisticada, combina ingredientes básicos como el tomate, el ajo y la albahaca sobre rebanadas de pan tostado. Es ideal como entrada, snack para reuniones o incluso como un almuerzo ligero con una copa de vino.
Ingredientes (para 4 porciones)
- 1 baguette o pan rústico (italiano o campesino)
- 3 tomates maduros (tipo roma o perita), sin semillas y picados en cubos
- 1 diente de ajo
- 8 hojas de albahaca fresca
- 3 cucharadas de aceite de oliva extra virgen
- Sal y pimienta al gusto
- Vinagre balsámico (opcional)
- Parmesano rallado (opcional, pero recomendado)
Instrucciones
- Prepara el pan:
Corta el pan en rebanadas de aproximadamente 1.5 cm de grosor. Tóstatelas en una sartén caliente, horno o parrilla hasta que estén doradas y crujientes por ambos lados. - Sazona el tomate:
En un bol, mezcla los tomates picados con sal, pimienta, el aceite de oliva y las hojas de albahaca cortadas en tiras. Deja reposar 10 minutos para que los sabores se integren. - Frota el ajo:
Una vez tostado el pan, frota ligeramente cada rebanada con el diente de ajo. Este paso es clave para ese sabor auténtico italiano. - Monta la bruschetta:
Coloca una cucharada generosa de la mezcla de tomate sobre cada rebanada de pan. Rocía con un chorrito de aceite de oliva adicional o unas gotas de vinagre balsámico si lo deseas. - Toque final (opcional):
Espolvorea un poco de parmesano recién rallado o incluso unas hojuelas de chile si te gusta el picante.
Consejos y variantes
- Usa pan del día anterior: se tuesta mejor y no se humedece tan rápido.
- Agrega aguacate o queso de cabra para una versión más gourmet.
- ¿Tomates cherry? Perfectos también, solo córtalos en cuartos.