El llamado “saltwater flush” o lavado con agua salada se ha vuelto popular en redes sociales como una supuesta forma de “desintoxicar” el cuerpo o limpiar los intestinos. Sin embargo, los expertos advierten que esta práctica no solo carece de respaldo científico, sino que puede resultar peligrosa si no se realiza bajo supervisión médica.
Qué es el “saltwater flush”
El método consiste en mezclar agua tibia con sal marina —por lo general una o dos cucharaditas en un litro— y beberla en ayunas. Según quienes lo promueven, esta mezcla provocaría una limpieza intestinal completa, ayudando al cuerpo a eliminar toxinas, mejorar la digestión e incluso perder peso.
Los efectos comienzan entre 30 y 60 minutos después de beberla, ya que la solución salina actúa como un laxante osmótico: el cuerpo intenta eliminar rápidamente el exceso de sal a través del intestino, lo que causa evacuaciones frecuentes.
Qué dicen los expertos
Los médicos y nutricionistas coinciden en que el cuerpo ya tiene sus propios sistemas de desintoxicación, principalmente el hígado y los riñones. No existe evidencia científica que respalde que el “saltwater flush” elimine toxinas, mejore la salud intestinal o ayude a perder peso de forma segura.
Además, este tipo de práctica puede provocar deshidratación, desequilibrio de electrolitos y presión arterial baja, especialmente en personas con enfermedades cardíacas o renales. Beber agua con sal en exceso puede alterar los niveles de sodio en la sangre, lo que en casos graves puede causar confusión, debilidad o arritmias.
Alternativas seguras para cuidar tu sistema digestivo
En lugar de recurrir a un “lavado” extremo, los especialistas recomiendan hábitos sostenibles:
- Beber suficiente agua durante el día.
- Consumir alimentos ricos en fibra, como frutas, verduras y granos integrales.
- Dormir bien y evitar el exceso de alcohol y procesados.
- Hacer actividad física regular para mantener un tránsito intestinal saludable.
El cuerpo humano no necesita soluciones milagrosas para funcionar correctamente. Las verdaderas “desintoxicaciones” provienen de un estilo de vida equilibrado, no de métodos extremos que prometen resultados rápidos y pueden poner en riesgo la salud.