El oyakodon es uno de los platos más tradicionales y queridos de Japón. Su nombre tiene un significado tan curioso como tierno: oya significa “padre” y ko significa “hijo”, por lo que oyakodon literalmente se traduce como “tazón padre e hijo”, una referencia directa a sus dos ingredientes principales —pollo y huevo— servidos juntos sobre arroz. Es un plato sencillo, reconfortante y profundamente japonés.
Ingredientes (2–3 porciones)
- 2 tazas de arroz blanco japonés cocido
- 2 pechugas o muslos de pollo deshuesados y cortados en trozos pequeños
- 1 cebolla mediana en tiras finas
- 3 huevos grandes
- ¾ taza de caldo dashi (o caldo de pollo suave si no tienes dashi)
- 2 cucharadas de salsa de soya
- 1 cucharada de mirin (vino dulce japonés)
- 1 cucharada de sake (opcional)
- 1 cucharadita de azúcar
- Cebollín o perejil japonés (mitsuba) picado para decorar
Preparación
- En una sartén pequeña o sartén tipo donburi, mezcla el dashi, la salsa de soya, el mirin, el sake y el azúcar. Lleva a fuego medio.
- Agrega la cebolla y cocina hasta que esté transparente.
- Incorpora el pollo y cocina hasta que esté bien cocido y tierno, unos 5–7 minutos.
- Bate ligeramente los huevos en un bol.
- Vierte la mitad del huevo sobre el pollo, tapa y cocina 30 segundos. Luego añade el resto del huevo y cocina solo hasta que el centro quede ligeramente cremoso (no seco).
- Sirve el arroz caliente en tazones y coloca la mezcla de pollo y huevo encima.
- Decora con cebollín o perejil japonés.
Consejos
- El secreto del oyakodon está en el equilibrio entre el sabor salado del caldo y la suavidad del huevo.
- No sobrecocines los huevos, deben quedar jugosos y sedosos.
- Si no consigues mirin, puedes sustituirlo con una mezcla de vino blanco y un poco de azúcar.
El oyakodon es el retrato perfecto de la cocina japonesa casera: pocos ingredientes, una historia detrás del nombre y un sabor que reconforta desde la primera cucharada.