El poutine es uno de los platillos más icónicos de Canadá, especialmente de la provincia de Quebec. Se trata de una combinación sencilla pero irresistible: papas fritas crujientes cubiertas con trozos de queso fresco y bañadas en gravy caliente. Es comida casera, reconfortante y llena de sabor. Ideal como plato fuerte para compartir o como antojo nocturno que nunca falla.
Ingredientes (4 porciones)
Para las papas fritas
- 1 kg de papas (russet o amarillas)
- Aceite vegetal para freír
- Sal al gusto
Para el gravy
- 4 cucharadas de mantequilla
- 4 cucharadas de harina de trigo
- 3 tazas de caldo de res (o de pollo)
- 1 cucharadita de salsa inglesa
- Sal y pimienta al gusto
Para el armado
- 2 tazas de queso fresco en trozos (tradicionalmente se usa cheese curds, pero puedes sustituir con queso mozzarella en cubitos o un queso fresco semi-duro)
Preparación
- Prepara las papas: corta las papas en bastones, enjuágalas en agua fría y sécalas bien. Fríelas en aceite caliente a 180 °C hasta que estén doradas y crujientes. Escurre en papel absorbente y sazona con sal.
- Haz el gravy: en una sartén derrite la mantequilla, agrega la harina y cocina 2 minutos. Incorpora lentamente el caldo mientras mezclas para evitar grumos. Añade la salsa inglesa, sal y pimienta. Cocina hasta que espese.
- Arma el poutine: coloca una capa de papas fritas en un plato hondo, añade el queso en trozos y vierte encima el gravy caliente para que se derrita el queso.
- Sirve inmediatamente mientras el queso está suave y el gravy caliente.
Consejos
- Para un sabor más casero, usa caldo hecho en casa para el gravy.
- Puedes hornear las papas en lugar de freírlas para una versión más ligera.
- El poutine también admite variaciones con carne deshebrada, tocino o incluso champiñones salteados encima.
El poutine es la muestra de que la comida sencilla puede convertirse en un clásico internacional. Papas, queso y salsa: la fórmula de la felicidad.