La sopa de papa cargada es ese tipo de plato que sabe a hogar. Cremosa, espesa y repleta de papas, tocino, queso y crema, es ideal para los días fríos o cuando simplemente quieres algo que te abrace por dentro. Esta versión es sencilla pero con todo el sabor de una buena sopa de restaurante.
Ingredientes (6 porciones)
- 6 papas medianas (tipo russet o amarillas), peladas y cortadas en cubos
- 1 cebolla mediana picada
- 3 dientes de ajo picados
- 4 tazas de caldo de pollo o vegetal
- 2 tazas de leche entera
- 1 taza de crema o nata espesa
- 1 taza de queso cheddar rallado
- 6 tiras de tocino (bacon), cocidas y picadas
- 2 cucharadas de mantequilla
- 2 cucharadas de harina
- Sal y pimienta negra al gusto
- Cebollín o perejil picado para decorar
Preparación
- Cocina el tocino: en una olla grande, cocina el tocino hasta que esté crujiente. Retíralo y reserva dejando un poco de grasa en la olla.
- Sofríe la base: añade la mantequilla, la cebolla y el ajo. Cocina hasta que la cebolla esté transparente.
- Haz el roux: incorpora la harina y mezcla bien por un minuto.
- Agrega el líquido: vierte lentamente el caldo y la leche, revolviendo para evitar grumos.
- Añade las papas: cocina a fuego medio 20–25 minutos, hasta que las papas estén tiernas.
- Incorpora la crema y el queso: mezcla hasta que el queso se derrita y la sopa adquiera textura cremosa. Ajusta sal y pimienta.
- Sirve caliente: decora con tocino crujiente, más queso rallado y cebollín.
Consejos
- Si quieres una textura más rústica, aplasta solo algunas papas con un tenedor.
- Para una versión más ligera, sustituye la crema por leche evaporada.
- Puedes añadir brócoli, maíz o jamón picado para variar.
La sopa de papa cargada combina lo mejor de una sopa y una papa al horno en un solo plato: reconfortante, abundante y absolutamente deliciosa.