Los ravioles de calabaza butternut con mantequilla dorada y salvia son uno de esos platos que prueban que la cocina italiana sabe celebrar las estaciones. El relleno cremoso y ligeramente dulce de la calabaza contrasta de manera perfecta con la salsa de mantequilla avellanada y hojas de salvia fritas, creando un plato simple pero sofisticado. Es la receta perfecta para un almuerzo elegante de otoño o una cena especial sin demasiadas complicaciones.
Ingredientes (4 porciones)
Para el relleno de ravioles
- 1 calabaza butternut mediana (aprox. 800 g)
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- ½ taza de ricotta
- ¼ taza de queso parmesano rallado
- 1 huevo
- Sal y pimienta al gusto
- Una pizca de nuez moscada
Para la masa (si se hace casera)
- 2 tazas de harina de trigo
- 3 huevos grandes
- 1 pizca de sal
(Si prefieres, puedes usar pasta fresca comprada para ravioles y solo preparar el relleno y la salsa).
Para la salsa de mantequilla y salvia
- ½ taza de mantequilla sin sal
- 10 hojas de salvia fresca
- Sal y pimienta al gusto
- Queso parmesano rallado para servir
Preparación
El relleno
- Precalienta el horno a 200°C (400°F).
- Corta la calabaza en cubos, colócala en una bandeja y mezcla con aceite de oliva, sal y pimienta. Asa durante 25–30 minutos hasta que esté tierna.
- Tritura la calabaza asada hasta hacer un puré. Mezcla con ricotta, parmesano, huevo y nuez moscada. Reserva.
La masa de pasta
- Forma un volcán con la harina y coloca los huevos y sal en el centro. Amasa hasta obtener una masa suave. Envuelve en film y deja reposar 30 minutos.
- Estira la masa con rodillo o máquina hasta dejarla delgada.
- Coloca pequeñas porciones del relleno, cúbrelas con otra capa de pasta y corta los ravioles.
Cocción y salsa
- Cocina los ravioles en abundante agua con sal de 3 a 4 minutos, hasta que floten.
- Mientras tanto, derrite la mantequilla en una sartén a fuego medio. Añade las hojas de salvia y cocina hasta que la mantequilla adquiera un color dorado y aroma a nuez.
- Retira del fuego y sazona con sal y pimienta.
- Escurre los ravioles y pásalos directamente a la sartén con la mantequilla dorada. Mezcla suavemente.
Para servir
Coloca los ravioles en platos hondos, baña con más mantequilla dorada y salvia, y espolvorea queso parmesano fresco encima.
Consejos
- Puedes preparar los ravioles con anticipación y congelarlos crudos; solo aumenta un par de minutos la cocción al hervirlos.
- Si quieres un relleno más intenso, añade un poco de gorgonzola desmenuzado junto a la calabaza.
- Acompaña con una ensalada verde ligera y una copa de vino blanco seco.
Los ravioles de calabaza butternut con mantequilla dorada y salvia son un plato que combina lo rústico con lo elegante, ideal para saborear el otoño en cada bocado.