Home/Salud/Biofeedback: una terapia que enseña al cuerpo a controlar el dolor

Biofeedback: una terapia que enseña al cuerpo a controlar el dolor

Facebook
Twitter
Pinterest
© Microgen | Dreamstime.com

Desde hace décadas, médicos y terapeutas han buscado alternativas a los analgésicos para aliviar el dolor crónico. Una de las técnicas que ha ganado terreno en hospitales y clínicas especializadas es el biofeedback, un método que enseña a los pacientes a observar y regular procesos corporales que normalmente suceden sin que seamos conscientes de ellos.

En una sesión típica, el paciente se conecta a sensores que miden funciones como la respiración, la tensión muscular, la frecuencia cardíaca o la temperatura de la piel. Estos datos se traducen en gráficos o sonidos que permiten ver, en tiempo real, cómo responde el cuerpo al estrés o al dolor. A través de ejercicios guiados, la persona aprende a modificar esas respuestas, por ejemplo relajando músculos tensos o controlando la respiración. Con práctica, estos ajustes dejan de depender de la máquina y se convierten en herramientas propias del paciente.

Los especialistas suelen recomendar biofeedback en casos de migrañas, dolores musculares o articulares, dolor de espalda crónico e incluso artritis. También se utiliza como apoyo en cuadros de ansiedad o estrés, donde el impacto físico suele ser tan fuerte como el emocional. Aunque no reemplaza a los tratamientos médicos convencionales, se ha convertido en un complemento valioso para quienes buscan reducir la intensidad del dolor sin depender exclusivamente de medicamentos.

Los estudios muestran que el biofeedback no funciona igual para todos, y exige compromiso y constancia. Generalmente se necesitan varias sesiones a lo largo de tres meses para lograr resultados estables. Sin embargo, quienes responden bien suelen experimentar menos episodios dolorosos, mayor sensación de control y, en algunos casos, una reducción del consumo de analgésicos.

Los expertos resaltan además otra ventaja: la técnica tiene pocos riesgos. No es invasiva, no genera dolor y rara vez provoca efectos adversos. La principal barrera, en muchos países, es el acceso: no todos los sistemas de salud ofrecen este tipo de terapia y, cuando está disponible, el costo puede ser elevado.

Aun con esas limitaciones, el biofeedback sigue ganando espacio. Para pacientes con dolor crónico que buscan recuperar cierta autonomía, representa más que una técnica terapéutica: es una manera de volver a sentirse al mando del propio cuerpo.

El Especialito

El Especialito

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *