La familia del actor Bruce Willis reveló en 2023 que su diagnóstico había evolucionado a demencia frontotemporal (DFT), una forma poco común de demencia que afecta principalmente la personalidad, el lenguaje y el comportamiento. El caso ha puesto un reflector sobre una condición que, aunque menos conocida que el Alzheimer, impacta de manera devastadora tanto al paciente como a sus seres queridos.
¿Qué es la demencia frontotemporal?
La DFT es un grupo de trastornos que dañan los lóbulos frontales y temporales del cerebro. Estas áreas están vinculadas con la personalidad, las emociones, el juicio y el lenguaje. Cuando se deterioran, el paciente experimenta cambios marcados en su conducta y en la capacidad de comunicarse.
A diferencia del Alzheimer, que suele comenzar con pérdida de memoria, la DFT inicia con síntomas más relacionados con el comportamiento y el habla.
Síntomas principales
- Cambios de personalidad y de conducta, como impulsividad o apatía.
- Dificultad para expresarse o entender el lenguaje.
- Pérdida de empatía y cambios emocionales bruscos.
- Alteraciones en los hábitos alimenticios, como comer en exceso o preferir alimentos dulces.
- Con el tiempo, problemas de memoria y movimiento.
¿Quiénes la padecen?
Según la Asociación de Alzheimer, la DFT representa entre el 10 y el 20 % de los casos de demencia. Suele aparecer antes que otras, entre los 45 y 65 años, aunque puede diagnosticarse en edades más avanzadas. La enfermedad es progresiva y no tiene cura, pero existen terapias que ayudan a controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida.
Tratamiento y cuidados
Actualmente no hay medicamentos que detengan el avance de la DFT. El tratamiento se centra en:
- Terapias del lenguaje y cognitivas para mejorar la comunicación.
- Medicamentos que controlan síntomas como la depresión, la ansiedad o la agresividad.
- Apoyo a familiares y cuidadores, quienes enfrentan el impacto emocional y físico de acompañar al paciente.
El impacto en las familias
Los expertos señalan que el diagnóstico temprano es clave para planificar el futuro del paciente y su entorno. Organizaciones como la Asociación para la Degeneración Frontotemporal ofrecen recursos y grupos de apoyo para familias, donde compartir experiencias y estrategias de cuidado puede marcar la diferencia.