Un equipo del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) ha logrado un descubrimiento sin precedentes: un sistema binario con planetas de tipo terrestre orbitando ambas estrellas, un hallazgo que ofrece nuevas claves sobre la formación y estabilidad de los mundos fuera del Sistema Solar.
Los sistemas binarios —dos estrellas que giran alrededor de un centro común— son comunes en la galaxia, pero detectar planetas en ellos ha sido un desafío, debido a las intensas fuerzas gravitatorias que dificultan su formación y equilibrio orbital.
En este contexto, el equipo del IAA-CSIC ha coliderado el hallazgo del sistema TOI-2267, formado por dos estrellas frías y pequeñas, de tipo M5 y M6, que orbitan muy cerca entre sí. En torno a ellas, los científicos identificaron dos planetas de tamaño similar a la Tierra transitando frente a ambas estrellas, algo nunca observado antes.
“Hasta ahora, los planetas de sistemas binarios se habían encontrado alrededor de una sola estrella o, en casos excepcionales, orbitando ambas, pero en sistemas donde las estrellas estaban muy separadas. Este caso rompe todos los esquemas”, explicó Francisco J. Pozuelos, investigador del IAA-CSIC y coautor del estudio publicado por Astronomy & Astrophysics.
Un sistema único y compacto
TOI-2267 se encuentra a unos 190 años luz de la Tierra y sus dos estrellas están separadas por una distancia equivalente a ocho veces la que existe entre la Tierra y el Sol, una configuración extremadamente compacta.
En este entorno complejo, los investigadores detectaron tres planetas de tamaño terrestre con órbitas muy cortas, lo que desafía las teorías actuales de formación planetaria.
“Este descubrimiento rompe varios récords, ya que es el sistema binario con planetas más compacto y más frío conocido, y el primero con tránsitos detectados en ambas estrellas”, señaló Pozuelos.
Tecnología española al frente
La contribución del IAA-CSIC fue clave gracias al software de búsqueda de exoplanetas SHERLOCK, desarrollado por su equipo, que permitió detectar dos de los planetas antes de que la NASA analizara los datos.
Esto dio a los investigadores más de un año de ventaja para organizar observaciones desde telescopios terrestres, entre ellos el del Observatorio de Sierra Nevada (OSN), cuyos datos fueron esenciales para confirmar la naturaleza del sistema.
“Este hallazgo nos obliga a replantear las teorías actuales de formación planetaria en sistemas binarios”, concluyó Pozuelos.
El descubrimiento de TOI-2267 abre un nuevo capítulo en la búsqueda de exoplanetas y sugiere que la vida podría tener oportunidades incluso en los sistemas estelares más complejos.