La Asamblea General de la ONU celebra esta semana en Nueva York su 80ª edición, un hito histórico que reúne a líderes de todo el mundo para debatir los principales retos globales. El evento se desarrolla del 22 al 29 de septiembre y marca un aniversario simbólico para la organización creada en 1945 tras la Segunda Guerra Mundial.
Durante siete días, más de 140 jefes de Estado y de Gobierno participarán en sesiones de alto nivel, donde se abordarán temas clave como la guerra en Ucrania, el conflicto en Gaza, la crisis climática, la seguridad energética y la inteligencia artificial. También se espera que Donald Trump, como presidente de Estados Unidos, exponga la posición del país en asuntos de comercio y seguridad internacional.
El 80º aniversario busca enviar un mensaje de unidad en medio de crecientes tensiones internacionales. El secretario general de la ONU, António Guterres, ha insistido en que esta cita es una oportunidad para “renovar el compromiso con la paz, los derechos humanos y la cooperación multilateral”.
Para los neoyorquinos, la Asamblea General significa una semana de estrictas medidas de seguridad y grandes afectaciones al tránsito. Varias avenidas de Manhattan permanecerán cerradas temporalmente, especialmente alrededor de la sede de la ONU en Turtle Bay. La policía local y el Servicio Secreto han desplegado un operativo similar al de la Asamblea del año pasado, con restricciones que impactarán tanto a conductores como a peatones.
A nivel internacional, lo que ocurra en esta Asamblea marcará la agenda política y diplomática para los próximos meses. Con el trasfondo del 80º aniversario, el desafío es demostrar que la ONU sigue siendo relevante para responder a las crisis globales y abrir caminos hacia la cooperación.