Rob Reiner nunca fue un director excesivamente mediático para el gran público, pero resulta difícil encontrar a un buen aficionado al cine que no haya visto, citado o disfrutado varias de sus películas. Porque, al final, ¿quién no ha repetido alguna vez la frase: “Me llamo Íñigo Montoya. Tú mataste a mi padre. Prepárate a morir”?
Esa línea, pronunciada por Mandy Patinkin en The Princess Bride (1987), resume bien el legado de Reiner. Un cineasta capaz de crear escenas inolvidables sin necesidad de grandes artificios, con historias que combinaban emoción, humor y humanidad.
Además de director, Reiner fue actor, activista comprometido con los derechos civiles y una figura muy involucrada en la política estadounidense, hasta el punto de valorar seriamente una candidatura frente a Arnold Schwarzenegger en California. Sin embargo, su huella más profunda está en su filmografía.
Estas son algunas de sus películas más destacadas, ordenadas cronológicamente.
This Is Spinal Tap (1984)
El debut de Reiner como director de cine fue este falso documental que ayudó a popularizar el formato mockumentary. La película parodia a una banda de rock británica incapaz de tomarse a sí misma con mesura. El éxito fue tal que el término “Spinal Tap” pasó a utilizarse para describir a grupos excesivamente pretenciosos.
The Sure Thing (1985)
Inscrita en la ola de comedias románticas juveniles de los años ochenta, esta cinta encontró su principal atractivo en John Cusack. Aunque no supuso una revolución cinematográfica, consolidó el estilo narrativo accesible de Reiner.
Stand by Me (1986)
Una de las grandes historias sobre el tránsito de la infancia a la adolescencia. Basada en un relato de Stephen King, la película sigue a cuatro amigos embarcados en una aventura que marcará sus vidas para siempre. River Phoenix brilló en un reparto que incluía a Corey Feldman, Jerry O’Connell y Kiefer Sutherland.
The Princess Bride (1987)
Un cuento cinematográfico convertido en clásico generacional. Con Robin Wright, Cary Elwes, Mandy Patinkin y André el Gigante, la película equilibró romance, aventura, humor y fantasía. Adaptación del libro de William Goldman, se consolidó como una obra atemporal.
When Harry Met Sally… (1989)
Una de las comedias románticas más influyentes del cine moderno. El guion de Nora Ephron y la química entre Billy Crystal y Meg Ryan dieron forma a una reflexión honesta y divertida sobre la amistad y el amor. La escena del restaurante pasó a la historia del cine.
Misery (1990)
Reiner volvió a Stephen King con este intenso thriller psicológico. Kathy Bates ofreció una interpretación inolvidable como una admiradora obsesiva, papel que le valió el Óscar. La película transformó una situación cotidiana en una experiencia de terror claustrofóbico.
A Few Good Men (1992)
Un drama judicial con tintes militares protagonizado por Tom Cruise, Jack Nicholson y Demi Moore. El guion de Aaron Sorkin destacó por su precisión y ritmo, y la cinta influyó de forma directa en el cine posterior de juicios y tribunales.
The American President (1995)
Una comedia romántica ambientada en la Casa Blanca, protagonizada por Michael Douglas y Annette Bening. Sin alcanzar el impacto de sus grandes clásicos, ofreció un entretenimiento sólido y elegante.
The Bucket List (2007)
Jack Nicholson y Morgan Freeman encarnan a dos hombres con cáncer terminal que deciden cumplir una lista de deseos antes de morir. Una historia sencilla sobre la amistad, la vida y las segundas oportunidades, sostenida por el carisma de sus protagonistas.
Being Charlie (2015)
La película más personal de Reiner. Escrita por su hijo Nick, aborda los problemas de adicción y la vulnerabilidad juvenil. Aunque pasó desapercibida en su estreno, ha vuelto a mencionarse en la actualidad por motivos ajenos a lo cinematográfico, en un contexto que sigue siendo objeto de investigación judicial.









