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La desaparición sin resolver de Amy Bradley: misterio en altamar

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Crédito: Amy Bradley y su familia en el Rhapsody of the Seas.

La historia de Amy Lynn Bradley, de 23 años, ha intrigado y desconcertado al público durante más de dos décadas. En marzo de 1998, Amy abordó junto a su familia el crucero Rhapsody of the Seas para unas vacaciones en el Caribe. Lo que comenzó como un viaje soñado terminó convirtiéndose en uno de los casos más misteriosos en altamar.

La noche del 23 de marzo, Amy y su hermano pasaron tiempo en la discoteca del barco. Poco después de las 5:30 de la mañana, su padre, Ron Bradley, la vio descansando en el balcón de la cabina familiar. Minutos más tarde, cuando volvió a mirar, ya no estaba. Aunque el crucero se encontraba cerca de la costa de Curazao, no había señales de que hubiera caído al mar por accidente. La familia descartó la teoría de un suicidio, ya que Amy estaba ilusionada con sus planes de vida y trabajo.

Las autoridades realizaron búsquedas exhaustivas en el barco y en el mar, sin encontrar rastros. Semanas después, testigos afirmaron haberla visto en tierra firme, incluso en un hotel y en compañía de personas desconocidas. En 1999, una mujer aseguró que Amy le pidió ayuda en un burdel de Curazao para contactar a su familia, aunque la pista no pudo ser confirmada. Años más tarde, una fotografía publicada en un sitio web de escorts mostró a una mujer con un gran parecido a Amy, lo que reforzó la hipótesis de que fue víctima de trata de personas.

En 2025, un nuevo documental de Netflix sobre desapariciones en altamar incluyó el caso de Amy Bradley y lo devolvió al centro de la conversación pública. El programa analiza las principales teorías, entrevistas con testigos y documentos de la investigación, generando un renovado interés y esperanza de que pueda aparecer nueva información.

A pesar de los esfuerzos del FBI y la Interpol, el paradero de Amy sigue siendo desconocido. Su familia continúa buscando respuestas, recordando que la seguridad en entornos cerrados como un crucero no siempre está garantizada. Este caso se mantiene abierto y sigue siendo un símbolo de las incógnitas que deja el mar.

Foto: FBI
El Especialito

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