El huracán Erin, de categoría 2, continúa este miércoles su avance por el Atlántico occidental y aunque no se prevé que toque tierra en el noreste de Estados Unidos, ya afecta de manera significativa a las costas de Nueva York y Nueva Jersey.
Autoridades locales han ordenado el cierre de varias playas en Nueva Jersey, incluidas Margate, Wildwood, Bay Head e Island Beach State Park, debido al peligro extremo de corrientes de resaca. Funcionarios estatales advirtieron que incluso meterse al agua a poca profundidad puede ser riesgoso ante la fuerza de las olas.
En Nueva York, especialmente en Long Island, se registran olas de entre 5 y 10 pies en áreas interiores y de hasta 12 pies en las zonas costeras más expuestas. Estas condiciones representan una amenaza para bañistas, surfistas y navegantes. La Guardia Costera instó a evitar el agua y a mantener distancia de los muelles y malecones.
El Centro Nacional de Huracanes señaló que los vientos huracanados se extienden a 150 kilómetros del centro de Erin y los de tormenta tropical alcanzan 425 kilómetros, lo que explica su amplio impacto en gran parte de la costa este. Carolina del Norte y Virginia permanecen bajo avisos de marejada ciclónica y tormenta tropical, mientras que en Nueva York y Nueva Jersey las advertencias se centran en el oleaje y las corrientes.
Erin se encontraba esta mañana a 645 kilómetros al sureste de Cabo Hatteras, con vientos sostenidos de 155 km/h. Se desplaza hacia el noroeste a 20 km/h con previsión de girar al norte y luego al noreste entre hoy y mañana. El huracán surgió la semana pasada cerca de Cabo Verde, donde dejó siete muertos, y se convirtió en huracán el viernes.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica mantiene su pronóstico de una temporada ciclónica “superior a lo normal”, con entre 13 y 18 tormentas tropicales, de las cuales hasta nueve podrían convertirse en huracanes.