Alejandro Sanz atraviesa un momento de reinvención personal y profesional. A sus 35 años de trayectoria, el artista español asegura haber recuperado la ilusión que creyó perder en los últimos tiempos, una energía que impregna su nuevo álbum de estudio y los proyectos que vienen en camino, incluido un musical sobre su obra que ya está en marcha.
El músico confirma que este proyecto teatral, que había permanecido en secreto, empezará sus lecturas dentro de pocas semanas mientras avanza la elección del elenco. Aunque no ofrece fechas, sí deja claro que el musical será una pieza central dentro de una etapa en la que se siente renovado.
El primer paso visible de esta nueva fase es el lanzamiento de “¿Y ahora qué +?”, que añade trece canciones al EP previo “¿Y ahora qué?”. Este proyecto llega apenas días después de que Sanz recibiera dos Latin Grammy más, entre ellos el de grabación del año por “Palmeras en el jardín”. La colaboración con un equipo de productores más jóvenes ha marcado un cambio en su manera de trabajar.
“He aprendido a crear sin sacrificar tanto. Antes mis discos exigían un desgaste enorme. Ahora he encontrado otra dinámica”, explica. Entre los nuevos colaboradores figuran Spredlof, Casta, Richi López y Andy Clay, con quienes ha logrado una fluidez que le permite delegar sin perder control creativo. También se dio el gusto de grabar con artistas jóvenes como Rels B o Emilia, aunque rechaza que sea una estrategia para atraer nuevas audiencias. “Solo puedo cantar con quien conecte musicalmente. Fingir nunca es una opción”, dice.
En el cierre del álbum aparece “Qué injusto”, un tema en el que Sanz reflexiona sobre la posibilidad de viajar en el tiempo. Reconoce que tal vez se habría ahorrado algunos capítulos difíciles, pero sostiene que el balance final es motivo de orgullo. “Después de 35 años sigo aquí, con las ganas recuperadas y la convicción de haber sido siempre honesto”, afirma.
Esta honestidad será clave en el documental que prepara para 2026, centrado en su proceso emocional. Este trabajo ya no se hará con Netflix por diferencias creativas. Sanz asegura que rechazó cualquier idea cercana a un reality y que Movistar ofreció el enfoque más respetuoso. “Quería algo real. Si tenía que contarlo, debía ser sin artificios”, detalla.
Con el sencillo “Las guapas”, que define como una vuelta a la picardía, Sanz se prepara para iniciar una extensa gira mundial. No descarta que el próximo año pueda enfrentarse de nuevo a los Latin Grammy, quizás esta vez con Rosalía como competidora directa. “Es una artista enorme. Hace lo que quiere y lo hace bien”, afirma con admiración.











