A dos semanas de las elecciones generales en Honduras, el país continúa sin un ganador oficial y atraviesa una profunda crisis postelectoral marcada por un escrutinio lento, denuncias de irregularidades, acusaciones de fraude y tensiones políticas internas e internacionales. La incertidumbre crece a medida que se acerca el 27 de enero, fecha constitucional para la toma de posesión del próximo presidente.
Estas son cinco claves para entender el escenario político que enfrenta Honduras.
1. Sin ganador oficial y con resultados ajustados
Honduras aún no conoce al presidente electo de los comicios del pasado 30 de noviembre. Los resultados preliminares mantienen una diferencia mínima, cercana al 1 %, entre Nasry “Tito” Asfura, del Partido Nacional, y Salvador Nasralla, del Partido Liberal.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) informó que el escrutinio puede extenderse legalmente hasta el 30 de diciembre, mientras este sábado comenzó un recuento especial de 2.773 actas con inconsistencias, lo que prolonga la definición del resultado final.
2. Conteo cuestionado y acusaciones de injerencia externa
El proceso de conteo ha sido interrumpido en múltiples ocasiones por fallas técnicas en el sistema de transmisión de datos. El CNE responsabiliza a la empresa encargada de la plataforma, mientras los partidos políticos señalan deficiencias del propio ente electoral.
A este escenario se suma la polémica por la intervención política del presidente estadounidense Donald Trump, quien durante la campaña expresó públicamente su respaldo a Asfura, lo que ha sido interpretado por sectores políticos y analistas como un factor que pudo influir en la intención de voto.
3. Denuncias de fraude y reclamos de recuento total
Tanto el partido oficialista Libre como Salvador Nasralla han rechazado los resultados preliminares y denuncian un supuesto “golpe electoral”. Ambos exigen un escrutinio voto por voto para definir al ganador.
Por su parte, Asfura solicitó que el recuento especial sea transmitido en directo por televisión, argumentando que la transparencia es clave para garantizar estabilidad política y permitir que el próximo gobierno pueda gobernar “en paz y tranquilidad”.
4. Tensión política sin estallido de violencia
Pese al clima de confrontación, Honduras no ha registrado brotes de violencia significativos. Las convocatorias a protestas impulsadas por el Partido Libre y por el expresidente Manuel Zelaya no han tenido una respuesta masiva.
En contraste, organizaciones civiles, empresariales y académicas han llamado a preservar la paz social y evitar movilizaciones que, según advierten, podrían profundizar la inestabilidad del país.
5. Observación internacional y presión diplomática
La comunidad internacional sigue de cerca el proceso electoral hondureño. Misiones de observación de la Unión Europea y la Organización de los Estados Americanos (OEA) han reiterado su llamado al respeto del proceso democrático, subrayando que la jornada electoral se desarrolló sin incidentes graves.
Sin embargo, varios países latinoamericanos han solicitado a la OEA mayor claridad sobre la situación actual, ante la ausencia de una solución inmediata y el riesgo de un vacío político institucional.










