Artículo de opinión pública de la comunidad por Eric Adams alcalde de la Ciudad de Nueva York
Fotos: Michael Appleton/Oficina de Fotografía del Alcalde
18 de agosto de 2025
Todos los días, en cualquier lugar donde voy, ya sea en una reunión en la comunidad, en la calle o durante una entrevista, escucho sobre los problemas de calidad de vida que afectan la vida diaria de los neoyorquinos. Me enorgullece el progreso que hemos logrado al reducir la delincuencia y la violencia en los últimos tres años y medio y me enorgullece igualmente el esfuerzo que hemos hecho para mejorar la calidad de vida en los cinco condados, porque eso es lo que los neoyorquinos ven y sienten todos los días en nuestra ciudad.
Durante la próxima semana, completaremos el despliegue de los Equipos de Calidad de Vida del Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York (New York City Police Department, NYPD), conocidos como “Q-Teams”, en todos los recintos de la ciudad para abordar los problemas cotidianos que deterioran la calidad de vida en nuestra ciudad, como el ruido, el estacionamiento, los campamentos en la vía pública, el consumo de drogas en público y más. También estamos trabajando para ampliar nuestra respuesta a estas problemáticas con la campaña “Acabar con la cultura del todo vale”.
En pocas palabras, “Acabar con la cultura del todo vale” significa que la ciudad de Nueva York está redoblando las iniciativas para cambiar la cultura, las leyes y las inversiones que mejoran la calidad de vida y que previenen el desorden público. Si bien hemos logrado avances significativos en materia de seguridad en el metro, la salud mental grave y la falta de vivienda crónica, todavía vemos muchas personas enfrentando dificultades en las calles, muchas veces como resultado de la adicción a las drogas. Desde “The Hub” en El Bronx hasta Washington Square Park en el Bajo Manhattan, el consumo de drogas en público está afectando la calidad de vida y la seguridad pública de residentes, visitantes y pequeños negocios.
Para finalmente poner fin a la cultura del “todo vale” en nuestra ciudad, necesitamos la ayuda desde Albany. En la próxima sesión legislativa, proponemos que la Legislatura del Estado de Nueva York debata y apruebe la Ley de Intervenciones Compasivas, una continuación de nuestra Ley de Intervenciones de Apoyo, que ha tenido un éxito considerable. Si se aprueba, la Ley de Intervenciones Compasivas permitirá que profesionales de la salud, como médicos, enfermeras y otros, puedan derivar a una persona a un hospital para ser evaluada si determinan que su adicción representa un peligro para sí misma o para otras personas. Además, permitirá que un médico del hospital solicite una orden judicial para retener a la persona y brindarle tratamiento, en caso de que no quiera recibirlo por voluntad propia.
Esto se suma al trabajo que realizamos hace tres años sobre enfermedades mentales graves, y sería una herramienta importante para ayudar a poner fin a la crisis de adicción a las drogas que vemos en toda la ciudad. Treinta y siete estados ya autorizan internaciones involuntarias por trastornos por consumo de sustancias, y ya es hora de que Nueva York también cuente con esta opción.
En nombre de la seguridad pública, la salud pública y el bienestar colectivo, debemos unirnos para aprobar la Ley de Intervenciones Compasivas. Esta esencial legislación ayudará a las personas atrapadas en la adicción a recuperarse, mejorará la calidad de vida y fomentará una cultura de compasión.
Además de promover esta legislación, también buscamos implementar medidas más inmediatas, entre ellas una inversión de $27 millones en personal de alcance comunitario y en tratamiento. En concreto, entre otras iniciativas, este financiamiento apoyaría la creación de un nuevo centro de atención sin cita previa en “The Hub” en El Bronx, para responder a las necesidades urgentes de esa zona, y un nuevo programa de manejo de contingencias en NYC Health + Hospitals, enfocado en soluciones para mantener a las personas en tratamiento. Este programa ofrece incentivos a las personas para que permanezcan en tratamiento y no consuman drogas, y ha mostrado resultados positivos en otras ciudades del país y en centros del Departamento de Asuntos de los Veteranos de los Estados Unidos (U.S. Department of Veterans’ Affairs) en todo el país.
La necesidad de abordar los problemas de seguridad pública y calidad de vida es un aspecto fundamental que los neoyorquinos esperan legítimamente de su gobierno local, y estos son temas que hemos defendido desde el comienzo de la administración Adams. Los neoyorquinos deben poder vivir su día a día sin tener que enfrentarse al caos ni esquivar el desorden a cada paso. Y, lo más importante, ya no podemos seguir dejando de lado a los neoyorquinos que más lo necesitan. Debemos hacer las inversiones necesarias para mejorar el alcance con la comunidad, la reducción de daños, los servicios integrales y la vivienda, es decir, servicios que generan un impacto duradero en vidas y comunidades.
Es hora de poner fin, de una vez por todas, a la cultura del “todo vale”, porque cuando todo vale, nada es posible. Los neoyorquinos merecen más que eso. Debemos mantener a la ciudad de Nueva York como la ciudad grande más segura de Estados Unidos, la mejor ciudad del mundo y el mejor lugar para formar una familia.
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