Un juego convertido en misterio
Hoy en día, el tarot está rodeado de un aura mística. Se asocia con la adivinación, la intuición y el destino. Pero lo que muchos ignoran es que las cartas no nacieron con fines espirituales. La historia del tarot comienza en la Europa del siglo XV, cuando era simplemente un juego de cartas conocido como tarocchi en Italia y tarot en Francia.
Las primeras barajas conocidas se crearon para la nobleza. Eran lujosamente ilustradas, con imágenes simbólicas que representaban virtudes, dioses o personajes alegóricos. Los jugadores usaban las cartas para competir, no para predecir el futuro. El significado esotérico llegaría mucho más tarde.
De la corte al ocultismo
A finales del siglo XVIII, la historia del tarot dio un giro inesperado. Los ocultistas franceses comenzaron a interpretar las cartas como portadoras de sabiduría secreta. Uno de los más influyentes fue Antoine Court de Gébelin, quien aseguró que el tarot provenía del antiguo Egipto y que cada carta contenía fragmentos de conocimiento perdido. Aunque sus afirmaciones carecían de evidencia histórica, encendieron la imaginación del público.
Poco después, el tarot se asoció con la cábala, la astrología y el misticismo hermético. Los símbolos originales del juego se reinterpretaron como arquetipos del alma humana. Así, las cartas pasaron de ser entretenimiento a una herramienta para explorar lo invisible.
El tarot moderno
En el siglo XX, el tarot alcanzó su forma más reconocida gracias al mazo Rider-Waite, publicado en 1909. Sus ilustraciones, diseñadas por Pamela Colman Smith bajo la dirección de Arthur Edward Waite, dieron vida a un lenguaje visual lleno de símbolos y colores. Este mazo se convirtió en el estándar para la mayoría de las lecturas modernas.
Hoy, la historia del tarot continúa evolucionando. Algunos lo usan como guía espiritual, otros como espejo psicológico o simple curiosidad cultural. Más allá de las creencias, el tarot sigue siendo una ventana fascinante hacia el pensamiento humano: una mezcla de arte, intuición y búsqueda de sentido.