El lanzamiento de Stendhal marca un nuevo capítulo en la relación creativa entre Ozuna y Beéle, dos artistas que aseguran haber encontrado en el otro mucho más que un compañero de estudio. La dupla presentó el álbum el viernes pasado y lo describieron como el resultado de una hermandad artística que, según ellos, no será ni la primera ni la última vez que se exprese en un proyecto conjunto.
Durante la presentación en Madrid, Ozuna explicó que la conexión entre ambos surgió de forma natural y profunda. Afirmó que esta colaboración no se basa únicamente en hacer música, sino en compartir una visión del arte y una forma similar de vivirlo. Para él, la música es su deporte y lo que los mantiene felices y creativos.
Beéle, considerado la estrella colombiana del momento, coincidió en ese sentimiento. Dijo que el cariño entre ambos es mutuo y bromeó asegurando que parecen hermanos separados al nacer. La dinámica entre los dos artistas quedó en evidencia durante el evento, donde no faltaron risas, complicidad y la emoción por presentar su primer álbum como dúo.
Stendhal ya había tenido una antesala en vivo cuando Ozuna apareció como invitado sorpresa en uno de los conciertos de Beéle en el Movistar Arena de Bogotá, donde interpretaron Ale, el tema que abre el disco. También habían trabajado juntos en Frente al mar (Remix), y días antes del lanzamiento publicaron Enemigos, producido por Ovy on the Drums y concebido como homenaje a Los infieles de Aventura.
El álbum mezcla pop urbano, reguetón melódico y elementos caribeños y afrobeats característicos de Beéle, combinados con la sensibilidad comercial de Ozuna. El resultado es un proyecto cálido, rítmico y centrado en las distintas formas del romance. Beéle, con solo 23 años, lo resumió de manera contundente: todo lo que hacemos es pa romperla.












