A pesar de ser uno de los conflictos más devastadores de la historia, la Segunda Guerra Mundial también dejó episodios tan extraños que parecen ficción. Hoy, a 80 años de su final, repasamos algunos casos reales que demuestran que incluso en tiempos de guerra hay lugar para lo inesperado.
La Unidad Fantasma: arte contra la guerra
En 1944, el Ejército de Estados Unidos creó una unidad secreta compuesta por artistas, ingenieros y expertos en sonido. Su misión era engañar al enemigo con tanques inflables, altavoces que reproducían sonidos de batalla y transmisiones de radio falsas. Estas operaciones de distracción salvaron miles de vidas al confundir a las fuerzas nazis sobre la ubicación real de las tropas aliadas.
El espía que inspiró a James Bond
Dusko Popov, un agente doble serbio, trabajó para los Aliados mientras fingía servir a la Alemania nazi. Su estilo de vida extravagante, su habilidad para el engaño y su audacia inspiraron a Ian Fleming, creador de James Bond. Entre sus misiones más notables estuvo filtrar información falsa a los nazis para desviar su atención del desembarco en Normandía.
La batalla de las palomas mensajeras
Aunque la radio ya era común, las palomas mensajeras jugaron un papel crucial. Una de ellas, Paddy, fue condecorada por entregar un mensaje clave durante el Día D, volando más de 370 kilómetros en menos de cinco horas a través de condiciones peligrosas. Su labor ayudó a coordinar el avance aliado tras el desembarco en Francia.
El submarino que se rindió en tierra firme
En mayo de 1945, el submarino alemán U-234 navegaba rumbo a Japón con tecnología avanzada y uranio. Al recibir la noticia de la rendición alemana, su capitán decidió entregarse… pero no en el mar. Maniobró para llegar al puerto de Portsmouth, New Hampshire, y se rindió voluntariamente a la Marina de Estados Unidos, evitando cualquier combate final.
El tanque que se salvó con un árbol
En 1944, durante la campaña en Italia, un tanque británico fue alcanzado por fuego enemigo. Sin embargo, un tronco de árbol que la tripulación llevaba atado al frente, como improvisada protección contra minas, detuvo el proyectil. El incidente fue fotografiado y se convirtió en un ejemplo insólito de supervivencia en combate.