El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) corrigió este miércoles la cifra de víctimas tras el ataque armado a sus oficinas en Dallas, Texas. La agencia informó que un migrante murió y otros dos se encuentran en estado crítico, además del atacante que se quitó la vida.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS), del que depende ICE, emitió un nuevo comunicado en el que aclaró que solo hubo una víctima mortal entre los migrantes, después de que versiones anteriores hablaran de dos fallecidos. La rectificación se suma a una serie de mensajes confusos emitidos durante el día en torno al tiroteo.
Según el DHS, el agresor disparó de manera “indiscriminada” desde la terraza de un edificio vecino contra una furgoneta en la que se encontraban migrantes bajo custodia. Aunque no hay confirmación oficial, medios como NBC identificaron al atacante como Joshua Jahn, de 29 años.
Las autoridades hallaron cartuchos en la escena con la inscripción “ANTI-ICE”, lo que refuerza la hipótesis de que el ataque estaba dirigido específicamente contra la agencia. Tanto el FBI como el DHS confirmaron que el caso se investiga como un episodio de violencia selectiva, aunque aún no se ha determinado un motivo claro.
El director del FBI, Kash Patel, publicó en su cuenta de X una fotografía de los cartuchos con las palabras escritas en tinta azul. Mientras tanto, figuras del Gobierno de Donald Trump y dirigentes republicanos, entre ellos el vicepresidente JD Vance, vincularon el ataque con la retórica contra ICE y las crecientes amenazas hacia las fuerzas del orden.
Este tiroteo es el tercero en Texas en lo que va del año contra instalaciones migratorias. En julio, un ataque en Alvarado dejó un policía herido, y en McAllen un hombre murió tras abrir fuego contra un edificio de la Patrulla Fronteriza.