El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) advirtió que la falta de recursos para que los países en desarrollo se adapten al cambio climático está poniendo en peligro vidas humanas, economías y medios de subsistencia.
En su informe “Brecha de Adaptación 2025: Con el tanque vacío”, publicado este miércoles como preparación para la COP30, el organismo alerta de una “brecha abismal” entre las necesidades financieras de las naciones más vulnerables y los fondos que realmente están recibiendo.
Una crisis de financiación en aumento
Según el informe, la financiación internacional destinada a la adaptación climática es actualmente doce veces menor a lo que los países pobres necesitan para 2035. Se estima que el costo total de las medidas necesarias oscilará entre 310.000 y 365.000 millones de dólares, una cifra que busca proteger a comunidades enteras frente a fenómenos extremos como sequías, inundaciones, incendios o huracanes.
La directora ejecutiva del PNUMA, Inger Andersen, advirtió que “cada persona en este planeta ya vive con los efectos del cambio climático: incendios forestales, olas de calor, desertificación e inundaciones”. Y añadió que si no se invierte ahora en adaptación, los costos humanos y económicos aumentarán cada año.
Los compromisos internacionales no se cumplen
El PNUMA recordó que, pese al Pacto de Glasgow por el Clima (2021), en el que los países desarrollados se comprometieron a duplicar la financiación climática pública internacional para 2025, el ritmo actual de aportes hace casi imposible alcanzar ese objetivo.
Actualmente, 172 países cuentan con estrategias de adaptación, pero 36 no las han actualizado en más de una década, lo que eleva el riesgo de aplicar políticas ineficaces o mal diseñadas.
Aun así, el valor de los nuevos proyectos financiados por fondos multilaterales como el Fondo Verde para el Clima y el Fondo para el Medio Ambiente Mundial alcanzó 920 millones de dólares en 2024, un aumento del 86 % respecto al promedio de los cinco años anteriores.
Sin embargo, el organismo advirtió que este crecimiento podría ser temporal, debido a las restricciones financieras globales.
Mirando hacia la COP30 en Belém
El informe recuerda que en la COP29 de Bakú (2024) los países desarrollados se comprometieron a movilizar 300.000 millones de dólares anuales para la acción climática en los países pobres hasta 2035. Sin embargo, esa cifra incluye tanto mitigación como adaptación, y sigue siendo insuficiente para cerrar la brecha.
El PNUMA pide que la “Hoja de Ruta de Bakú a Belém” priorice subvenciones y mecanismos que no generen deuda, con el fin de evitar agravar la carga financiera de los países más vulnerables.
La COP30 se celebrará en Belém (Brasil) del 10 al 21 de noviembre, y buscará acelerar la implementación del Acuerdo de París y movilizar financiamiento climático a gran escala para el sur global.