El Senado de Estados Unidos volvió a fracasar este miércoles en su intento por aprobar un plan de financiamiento provisional que ponga fin al cierre del Gobierno federal, que ya cumple 23 días y se ha convertido en el segundo más largo de la historia del país.
La votación terminó con 54 votos a favor y 46 en contra, insuficientes para alcanzar los 60 necesarios para aprobar la medida. Fue el duodécimo intento fallido desde que comenzó el cierre, reflejando la profunda división entre republicanos y demócratas sobre cómo resolver la crisis presupuestaria.
Un Senado profundamente dividido
Tres legisladores demócratas —Catherine Cortez Masto, John Fetterman y el independiente Angus King— se unieron a los republicanos en la votación. Sin embargo, el esfuerzo volvió a estancarse, prolongando el cierre que ha dejado sin salario a más de 1,3 millones de trabajadores federales.
El debate estuvo marcado por un discurso maratónico de 22 horas y 39 minutos del senador demócrata Jeff Merkley, de Oregón, quien usó la estrategia del filibuster para denunciar las políticas del presidente Donald Trump.
Merkley acusó a la administración de Trump de perseguir a sus opositores políticos, desplegar fuerzas militares en ciudades demócratas y favorecer “a los ricos a costa de las familias trabajadoras”.
Sin acuerdos sobre Obamacare
El principal punto de conflicto sigue siendo el programa de salud Obamacare. Los demócratas exigen mantener los subsidios que benefician a millones de estadounidenses, mientras que los republicanos buscan eliminarlos, alegando —sin pruebas— que parte de esos fondos favorecen a inmigrantes indocumentados.
Por su parte, el senador Rand Paul votó en contra del proyecto de su propio partido, y el líder republicano John Thune cambió su voto a “no” en el último momento para mantener abierta la posibilidad de presentar una nueva propuesta en el futuro.
Segundo cierre más largo en la historia
Con 23 días sin funcionamiento pleno del Gobierno, este cierre solo es superado por el ocurrido entre el 22 de diciembre de 2018 y el 25 de enero de 2019, también durante la presidencia de Trump, que duró 35 días.
Si el estancamiento continúa, se espera que para el final de la semana los empleados federales afectados dejen de recibir el pago de su quincena por primera vez desde el inicio del cierre, aumentando la presión política sobre el Congreso y la Casa Blanca.










